La guerra de poder en Esquerra Republicana va in crescendo conforme más se acerca el 25 de junio, el día que se activa la cuenta atrás para la formación del nuevo Govern o la repetición electoral. De ahí que, en las últimas horas, haya trascendido un manifiesto que reclama una "renovación general" de la dirección del partido y que ha sido muy criticado por los afines a Oriol Junqueras.
Joan Tardà ha sido de los primeros en censurar el escrito. Ha lamentado no haber sido "suficiente merecedor" de formar parte de los 300 firmantes que reivindican "la izquierda nacional y la renovación". Considera que ambos objetivos "no exigen necesariamente lanzar a Junqueras a la basura", ha espetado en las redes sociales.
Sus palabras han sido suscritas por el actual portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. Una persona que forma parte del sector junquerista, enfrentado a la dirección de Marta Rovira. La secretaria general de ERC, que pilota la negociación de la investidura desde Ginebra (Suiza), es partidaria de resucitar una lista unitaria Junts-ERC al estilo Junts pel Sí en caso de que se repitan las elecciones.
'Reactivemos la izquierda nacional'
Tardà ha expresado estas declaraciones después de que 309 militantes de ERC, entre ellos seis miembros del Consell Executiu en funciones, hayan suscrito un manifiesto que aboga por abrir un proceso de "renovación general de la cúpula dirigente" que culmine en el congreso nacional del 30 de noviembre.
El texto, bajo el nombre Reactivemos a la izquierda nacional, supone el primer paso público del sector del partido que considera que es hora de cerrar definitivamente una etapa y que se opone así a que Junqueras vuelva a asumir el liderazgo de la formación.
Cabe recordar que el hasta ahora presidente ha dado un paso al lado y ha iniciado su campaña particular por toda Cataluña con la intención de optar a la reelección en el cónclave de noviembre.
"Modelo más coral y colectivo"
Los firmantes llaman a diseñar "un proceso de renovación sobre los principios de la generosidad y la inclusividad". Ello con el objetivo de "conducir a la organización hacia un modelo más coral y colectivo, más transparente y con mayor participación de la base militante, de la estructura territorial y de los activos del municipalismo republicano".
Suscriben el manifiesto la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, los consellers Roger Torrent, Ester Capella, Meritxell Serret y Manel Balcells y el viceconselller Sergi Sabrià.
También la diputada en el Congreso Teresa Jordà; la senadora Sara Bailac; la portavoz en el Parlament en la pasada legislatura, Marta Vilalta y la portavoz del partido, Raquel Sans. Se han adherido otros dirigentes municipales como el alcalde de Manresa (Barcelona), Marc Aloy; el concejal en Barcelona Jordi Castellana; la hasta ahora vicepresidenta primera del Parlament, Alba Vergés; el expresidente del Parlament Ernest Benach; el expresidente de ERC Joan Puigcercós; o el exalcalde de Tarragona Pau Ricomà.
ERC vive un "fin de ciclo"
El escrito apunta que ERC vive "un fin de ciclo" que enmarca en un contexto de "desmovilización y el retroceso del conjunto del independentismo y de las izquierdas", en el que el Parlament "ha girado hacia la derecha y hacia el españolismo con un ascenso notable de la extrema derecha y con un PSC -abiertamente cómplice de la represión posterior a octubre de 2017- que gana las elecciones por primera vez en votos y escaños", señala.
Por último, consideran que ERC "no puede dejar pasar la oportunidad de convertirse en la fuerza central del catalanismo republicano, referente de la izquierda nacional, capaz de construir mayorías sociales y de construir una incontestable hegemonía política independentista, republicana y de izquierdas".