La elección del candidato de Junts per Catalunya, Josep Rull, como presidente del Parlament ha vuelto a poner en entredicho la estrategia del Gobierno con su amnistía y sus numerosas prebendas a los mandatarios del procés. Las tres formaciones secesionistas -Junts, ERC y la CUP- propinaron un nuevo varapalo al PSC dejándole sin el control de la Cámara a pesar de haber ganado las pasadas elecciones autonómicas, y sumaron sus votos cometiendo, de paso, un acto de desobediencia al Tribunal Constitucional. Un desacato consistente en permitir el voto delegado de los fugados de la justicia Carles Puigdemont, Lluís Puig y Rubén Wagensberg, frente al cual PP y Vox ya han anunciado que recurrirán ante las instancias pertinentes.

El PP, según anunció su líder, Alejandro Fernández, presentará un recurso de amparo ante el propio Constitucional. Vox, por su parte, se querellará por prevaricación y desobediencia contra los dos miembros de la Mesa de Edad que permitieron el voto de los prófugos, tal como advirtió su diputado Joan GarrigaEs decir, contra Agustí Colomines (Junts)Mar Besses (ERC).

Todo ello después de que, la semana pasada, el Constitucional estimara un recurso interpuesto por PSC-Units en contra de los acuerdos de la última Mesa del Parlament que permitieron el voto telemático del exconseller Lluís Puig, prófugo de la justicia española en el sur de Francia por el golpe secesionista de octubre de 2017.

Una derrota evitable

Sea como fuere, y a pesar de la descomunal pérdida de votos sufrida por ERC, Junts y la CUP a lo largo del último año -tanto en las municipales y generales de 2023 como en las autonómicas y europeas de 2024-, entre las tres volvieron a bastarse para lograr un triunfo numérico en el Parlament. Sus 59 votos sobre 135 posibles -menos de la mitad de la Cámara- les bastaron para dejar sin opciones a la candidata del PSC, Sílvia Paneque, que tan sólo obtuvo los 42 de sus correligionarios socialistas. Y ni uno solo más.

La formación de Salvador Illa perdió así su primer asalto desde los comicios del pasado 12 de mayo. Algo que era perfectamente evitable si hubiera conseguido el apoyo de otras formaciones constitucionalistas. Pero ni PP, que tiene 15 escaños, ni Vox, con 11, ni los Comuns, con seis, se prestaron a ayudar a que Paneque alcanzara la presidencia de la Cámara. Los números daban.

Pero, a diferencia de lo que ocurre en el bando secesionista, esta unidad no se produjo. Y era difícil que ocurriera si se tiene en cuenta que tanto el PSC como el propio Illa han expresado en varias ocasiones su rechazo a alcanzar cualquier tipo de pacto con Vox -el llamado "cordón sanitario" a esta opción política-; y también a la animadversión que socialistas y populares se profesan mutuamente. Algo que, a pesar de representar ampliamente la mayoría social del país, les impide llegar a pactos estables ni, aún menos, de gobierno, tanto en Cataluña como en el conjunto de España. Una auténtica anomalía si se compara con lo que ocurre en otros países del entorno y en la propia UE.

El PSC estará en la Mesa... y el PP y Vox, excluidos

A pesar de ello, el PSC obtuvo como premio de consolación la vicepresidencia segunda de la Mesa, que ostentará su diputado David Pérez, y las secretarías tercera y cuarta, que recaerán en las también socialistas Rosa Maria Ibarra y Judit Alcalà, respectivamente.

En cambio, tanto PP como Vox quedaron, una vez más, excluidos por parte de las formaciones nacionalistas de este órgano de representación parlamentaria. Evidenciándose, con ello, que el "apaciguamiento", la "concordia" y la "normalidad" de la política catalana que tanto pregona el Gobierno de PSOE y Sumar distan de corresponderse con la realidad ni los hechos.

Los populares se sienten víctimas de un "cordón sanitario"

Muestra de esas discrepancias existentes entre el constitucionalismo catalán se pusieron, por ejemplo, de manifiesto en las críticas del diputado del PP en la pasada legislatura Santi Rodríguez, quien lamentó la exclusión de su partido de una Mesa que estará compuesta, íntegramente, por diputados de Junts (2), ERC (2) y PSC (3).

"El PSC ha optado por una Mesa del Parlament con mayoría independentista. PSC y Vox han excluido al PP de la Mesa, a pesar de que nos correspondía por representatividad. Doble cordón sanitario contra el PP. ¡Seguiremos trabajando por los puentes y derribar muros!", dijo el dirigente de los populares en su perfil de X, quejándose así de la falta de apoyo de estas dos formaciones a los populares.