El Parlament dará el pistoletazo de salida el próximo lunes a la legislatura catalana y los votantes de Junts no saben todavía cuáles son las intenciones de su candidato. El pasado abril, antes de acudir a las urnas el 12 de mayo, Carles Puigdemont prometió dejar la política si no es investido president de la Generalitat. Desde entonces, la incertidumbre y la expectación se han apoderado de la cúpula de Junts, que estos días tira de líderes históricos para blindar a un fugado que empieza a irritar a las bases con su silencio.
Uno de ellos es el expresident Artur Mas, también reconocido por ser uno de los ideológos del procés. Las fuentes consultadas por este medio aseguran que no han sentado bien sus últimas declaraciones públicas en las que reclama una lista unitaria del independentismo. Según apuntan, la iniciativa no nace de él, sino del círculo más cercano a Puigdemont, que "se resiste" a reconocer que no le dan los números para ser investido president. Todas las fórmulas pasan por el PSC, que ya ha rechazado de una forma rotunda facilitar su elección.
Su idea es resucitar una suerte de Junts pel Sí en caso de repetición electoral para desbancar al PSC como primera fuerza política y reavivar las posibilidades del independentismo de conservar la mayoría absoluta que han perdido, por primera vez, en las elecciones del 12 de mayo.
Una repetición electoral "no beneficia a Junts"
La propuesta ha sentado mal. Para el sector pragmático, tal y como explicó este medio, supone una "ocurrencia a la desesperada" y fruto de cálculos personalistas. Lo mismo opina buena parte de la militancia, que considera que plantear ir conjuntamente con ERC y la CUP es dar por sentada "una repetición electoral que no beneficiaría" al partido.
Las bases ven con "preocupación" cómo, en los últimos días, dirigentes como el candidato a las europeas Toni Comín vende a ERC y la CUP la lista unitaria como "si les hiciera un favor". Los de Oriol Junqueras y Laia Estrada saldrían perjudicados en una repetición electoral, sí; pero también los neoconvergentes, que se dejarían por el camino el apoyo de aquellos que consideran que Puigdemont no ha sido lo suficientemente claro sobre su futuro.
El fugado está intentando correr un tupido velo sobre los compromisos que adquirió en campaña: "Ha pasado de decir que se presentaba a las elecciones para volver, a decir que tiene opciones de ganar a Salvador Illa, a prometer una mayoría independentista que no tiene". "Todo ello, en tan sólo tres meses", reprochan las mismas voces.
Aliança Catalana saldrá 'ganando'
Por ello, la militancia empieza a ponerse "nerviosa" ante este tipo de anuncios que omiten una realidad. Y es que Junts, en caso de regresar a las urnas, perdería muchos votos en favor de Aliança Catalana. En este sentido, alertan de que el partido de la ultra Sílvia Orriols se llevaría una parte de las personas que el 12 de mayo optaron por la papeleta de Junts "por temor a tirar el voto".
Esta vez, no lo dudarán: "La gente ya ha visto que Orriols sí que puede tener representación en el Parlament", por lo que muchos no dudarán en cambiar de partido ante la incertidumbre generada en los últimos días por los neoconvergentes sobre la posible marcha o no de Puigdemont de la política.
Un clima de frustración tras el 12M
Estas razones están llevando a que, en Junts, "se respire un clima de frustración" que se ha hecho notar en la campaña para las elecciones europeas del próximo domingo. Las mismas voces aseguran que está siendo una campaña "muy discreta" por la "ausencia de Puigdemont", que aunque apease a ERC de la hegemonía del independentismo y lograse 35 escaños, no "ha superado las expectativas".
A ello, se le suma la "enemistad de Toni Comín" con muchos dirigentes del partido al considerar que "siempre ha ido a lo suyo y en búsqueda de sus intereses personales".
Con todo, no cabe duda de que en Junts se ha impuesto una tensa calma que solo se resolverá a partir del próximo lunes, cuando se supere la primera pantalla: la constitución del Parlament. Si Puigdemont aparecerá por Cataluña en el corto plazo "solo lo sabe él y su gente más cercana", pero su decisión no solo determinará su propio futuro, también el de un partido que ha apostado todo a una carta.