Los resultados de la CUP en las elecciones del pasado domingo también dejaron mucho que desear. Atrás quedan los tiempos en que los antisistema marcaban el rumbo de la política catalana y eran determinantes para investir a los presidentes independentistas. Han pasado de nueve a cuatro diputados. De ahí que el partido haya entrado en crisis y surgido corrientes internas que reclaman dimisiones.

Es el caso de Poble Lliure, que ha pedido a la dirección que asuma "la responsabilidad". Se refieren a la cúpula liderada por la candidata, Laia Estrada, que no ha conseguido mantener la representación en el Parlament.

La candidata de la CUP, Laia Estrada, levanta el puño mientras introduce su voto en la urna Alejandro García EFE

Una trayectoria "errática o autodestructiva"

Los cupaire consideran que estos resultados responden a la trayectoria "errática o autodestructiva durante los últimos cuatro años". De hecho, les acusa de no haber tenido una "implicación real" en el movimiento popular por la independencia.

Poble Lliure ha apostado por "afrontar el nuevo ciclo con una nueva estrategia realista y capaz de interpelar al conjunto del pueblo catalán hacia la liberación nacional", y ha llamado a reconstruir el movimiento civil independentista. "La situación exige que estemos a la altura, huyendo de la comodidad del continuismo y afrontando de cara y con visión estratégica la realidad en la que nos encontramos", ha insistido.

Lluc Salellas se 'borró' de la campaña

La contundencia de Poble Lliure no sorprende. Algunos dirigentes de la CUP se distanciaron incluso antes de los comicios, conscientes de que las previsiones no eran buenas. Sin ir más lejos, el propio alcalde de Girona, el cupaire Lluc Salellas, se borró durante la campaña y ejerció un perfil bajo para no salir escaldado de los malos resultados. 

El alcalde de la CUP, Lluc Salellas EUROPA PRESS

El alcalde es cercano a esta misma corriente, conocida como la más “realista” de la CUP --tal y como lo definen fuentes cercanas--, y cuando ha existido enfrentamiento entre familias se le ha vinculado con el conocido como “tercer sector”. Una suerte de puente entre los radicales de Arran y Endavant, aunque el hacha de guerra, en principio, está enterrada.

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