Carles Puigdemont no ocultó su desencanto con los resultados de la noche electoral. A pesar de haber obtenido tres escaños más que en las autonómicas de 2021 -pasando de 32 a 35 diputados-, el candidato de Junts per Catalunya lamentó el triunfo del PSC y, también, "la caída en votos y escaños de las otras dos candidaturas secesionistas", a las cuales invitó a recuperar la "unidad" con los posconvergentes.
Puigdemont felicitó a los socialistas por su clara victoria, aunque acto seguido les acusó de haber "españolizado", según él, la campaña.
Ve una campaña de "españolización" del PSC
El fugado señaló como clave de los resultados -y de la pérdida de la mayoría independentista- a la "movilización del electorado unionista" por una estrategia "de españolización", según él, "promovida por el PSC"; y también a la falta de "movilización" del secesionismo, parte de cuyos electores cree que ha optado por abstenerse.
Frente a ello, Puigdemont planteó la posibilidad de que Junts y ERC recuperen la "unidad" de antaño en el Parlament -a pesar de no poder alcanzar la mayoría-. Y es que, a su juicio, "en términos parlamentarios, la distancia entre el PSC y nosotros no es tan diferente a la del PP y el PSOE en el Congreso. De manera que, si ERC está dipuesta a rehacer puentes y reflexionar sobre esta falta de estrategia compartida, nosotros también estamos en ello".
El exmandatario convergente reconoció que una repetición electoral "no sería una buena noticia", aunque tampoco la descartó. Su prioridad, dijo, es "formar un gobierno sólido de obediencia catalana".
Culpa a los socialistas del caos de Rodalies
Puigdemont teme la posibilidad de que PSC, ERC y Comuns Sumar se alíen para formar Govern ya que, a su modo de ver, "un tripartito con una mayoría tan justa es una mala opción para el país y el Govern, y menos liderada por un partido que, con este caos de Rodalies, ha demostrado su incapacidad de buen gobierno".
El fugado culpó de este modo al PSC del caos en Rodalies en Barcelona durante la jornada de ayer. Una situación producida por el enésimo robo de cables en la red ferroviaria catalana. Algo atribuible a la seguridad, y que, por tanto, es competencia de la Generalitat de Cataluña.