El expresident fugado Carles Puigdemont confirma a través de sus perfiles sociales que agentes de la división de escoltas de los Mossos d’Esquadra le están dando protección durante su campaña electoral en Francia. El prófugo ha remarcado que se trata de policías "que emplean días de fiesta y de vacaciones".
Puigdemont alega que estos efectivos están aprovechando su tiempo libre para realizar "un voluntariado" y poder garantizar que el representante de los neoconvergentes pueda "tener un mínimo de condiciones durante la campaña electoral" que, por su condición como fugado de la justicia, la está protagonizando desde el sur de Francia. "Es vergonzoso e impropio" que se criminalice a estos agentes en "regímenes democráticos", remarca en su publicación.
En este sentido, fuentes próximas a la división de escoltas han confirmado a Crónica Global que, efectivamente, varios agentes se ofrecieron a desplazarse hasta el país galo en su tiempo de ocio para poder escoltar al expresidente "como se hace con el resto de los candidatos".
Agentes fuera de servicio y sin arma
Las mismas fuentes policiales confirman que son agentes que van sin arma, pero que, por sus conocimientos y experiencia en la protección de personas, pueden velar por la seguridad del expresident sin la necesidad de ir armados. No obstante, reconocen que si Puigdemont cruzase a España, esos mismos policías que le protegen deberían detenerle.
Paralelamente, el portavoz del conglomerado sindical Fepol, Toni Castejón, ha confirmado en una entrevista para Telecinco, que "hay compañeros que fuera de su servicio, en su tiempo libre, suben a Francia y parece ser que hacen un servicio de protección a Puigdemont". Los agentes que emplean su tiempo libre para ofrecer protección al expresidente catalán en la localidad francesa de Argelès-sur-Mer, donde ahora reside Puigdemont, "no pueden hacerlo cobrando", ha remarcado el portavoz.
Por su lado, fuentes del Departamento de Interior han asegurado a El País que ellos no pueden controlar lo que hacen los mossos en su tiempo libre, pero insisten en que no se ha favorecido ninguna práctica que permita acumular días de fiesta. De hecho, desde la Prefactura de Policía ya se remitió una circular en 2017 en la que se advertía a los agentes del cuerpo que no podían acumular días para viajar hasta donde estuviese Puigdemont para darle protección.
Se repite la estrategia de 2017
Sin embargo, todo apunta a que se ha hecho caso omiso a dicha circular y que se está repitiendo la estrategia que la conocida 'guardia pretoriana' ya siguió en 2017, cuando el expresidente catalán huyó del país y se refugió en Waterloo (Bélgica). Así son las cosas, dos agentes fueron juzgados por asistir al prófugo cuando fue detenido en Alemania, aunque finalmente quedaron absueltos.
Y es que desde su huida, la protección de Puigdemont ha sido el origen de constantes tensiones políticas y policiales, e incluso ha acarreado condenas de prisión. El que fue conseller de Interior, Miquel Buch, fue condenado a cuatro años y medio de prisión por fingir la contratación de un sargento de los Mossos, Lluís Escolà, como asesor cuando, en realidad, se le contrató para que protegiese a Puigdemont en el extranjero. Actualmente, Escolà, que ya no es agente del cuerpo, trabaja para el expresidente como escolta privado.