El PSC ha ganado las elecciones catalanas de este 12 de mayo. Su líder, Salvador Illa, ha obtenido 42 representantes. Un resultado que supera las expectativas y que le permite poder ser investido president de la Generalitat con los 20 diputados de ERC y los seis de los comunes. De ser así, se daría forma a un nuevo tripartito, aunque esta no es la única opción que tiene sobre la mesa.
Cabe reordar las rencillas entre PSC y comunes en el Ayuntamiento de Barcelona, donde Jaume Collboni ha rechazado la entrada de Ada Colau al gobierno local. De hecho, este es el origen del avance electoral de este domingo; la decisión de los comunes de tumbar al gobierno de Pere Aragonès como muestra del rechazo de que tanto los socialistas como los republicanos les dejaran de lado en la capital catalana.
Que Illa sea investido en segunda votación es la más probable. En esta sesión, necesitaría una mayoría simple -más síes que noes-, lo que implicaría que ERC podría abstenerse con tal de no acudir de nuevo a las urnas y, así, evitar otra debacle. Y es que si hay un gran perdedor en estos comicios es el candidato Pere Aragonès. El batacazo de su partido ha sido una de las grandes sorpresas de la noche, lo que deja al republicano a merced de la presión de los socialistas. También PP podría facilitar la investidura.
ERC tiene la llave del Govern
Con los 20 escaños de ERC -13 menos que en las elecciones de hace tres años-, le obliga a plantearse una abstención para permitir a Salvador Illa gobernar. No es descartable que esto suceda como una transición para entrar en el Govern en el futuro, tal y como ha ocurrido en el consistorio de la capital catalana.
Así pues, hoy por hoy, Illa tiene dos opciones encima de la mesa: o un tripartito o un gobierno en minoría con abstención de PP y ERC y dejar la coalición para el medio plazo, una vez se despeje el horizonte de las elecciones europeas que se celebrarán el 9 de junio y los republicanos se laman las heridas. También puede explorar el camino de una sociovergencia, que con Puigdemont al frente de Junts en el corto y medio plazo se antoja casi imposible.
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Cabe destacar que la promesa de Illa de llevar a cabo un Govern transversal, así como la necesidad de gestionar desafíos como la sequía, facilitará la búsqueda de apoyos en el Parlament.
Illa saca ventaja a Puigdemont
Salvador Illa ha pulverizado a la competencia pese a una campaña llena de turbulencias, empezando por el amago de dimisión de Pedro Sánchez. El protagonismo desmedido del presidente tras anunciar que se quedaba al frente del Gobierno tenía sus riesgos, pero ha acabado consolidando los números de victoria del socialista.
Los 42 escaños del PSC -que entró al Parlament en 2021 con 33 escaños-, consolidan al exministro de Sanidad como el barón territorial más importante de Sánchez. No habrá sacrificio para dejar gobernar a Carles Puigdemont como decían algunos augurios: el primer secretario de los socialistas catalanes será president, lo que dará un impulso al proyecto de Sánchez en Madrid.
Sánchez también respira tranquilo
Por otro lado, en estos comicios Puigdemont ha dado el sorpasso a ERC, pero la distancia de PSC sobre ellos es la suficiente como para aguarle la fiesta al prófugo. No cabe duda de que los resultados de Illa dejan a los independentistas sin mayoría absoluta y al candidato de Junts sin un regreso triunfal para la investidura.
Pedro Sánchez también respira tranquilo tras el 12M. Su estrategia ha derrotado al independentismo, pese a que tendrá que seguir buscando los equilibrios en Moncloa, donde sigue dependiendo de los siete diputados de ERC y Junts.