Seguiremos. Es la canción que ha sonado cuando Pedro Sánchez y Salvador Illa han irrumpido en el mitin del PSC en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), poniendo a todos los asistentes en pie. Euforia desatada y selfies en la que ha sido la primera intervención pública del presidente del Gobierno --con permiso de la Feria de Abril-- tras su anuncio de que continúa en Moncloa. Durante su intervención ha asegurado que, tras cinco días de reflexión, ha comprobado que "merece la pena abrir una nueva etapa de convivencia frente a la parálisis y la confrontación".
"Claro que merece la pena subir el Salario Mínimo Interprofesional; subir las becas a nuestros jóvenes; revalorizar las pensiones conforme al IPC; y merece toda la pena para que Illa abra una nueva etapa de convivencia, de estabilidad y de avance frente a tanta parálisis y confrontación", ha expresado en un polideportivo abarrotado en el que ha cargado contra la forma de hacer política del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y del de Vox Santiago Abascal.
Les ha acusado de jugar "sucio", por lo que ha pedido a los catalanes que, el 12 de mayo, voten a Illa para "ganar al fango". "La democracia puede más que el fango y los votos más que los bulos", ha espetado un presidente del Gobierno que se ha mostrado más fuerte que nunca ante quienes generan "crispación" desde la oposición.
Una "deuda" con Cataluña
El jefe del Ejecutivo se ha deshecho en elogios hacia los socialistas catalanes, consciente de lo mucho que les debe tras haber conservado la Moncloa gracias, en parte, al gran resultado electoral del PSC en las elecciones generales del 23 de julio. Su deuda con Cataluña y el PSC es "eterna", ha dicho el propio presidente, que se entregará en los diez días que quedan de campaña para conseguir que Illa sea el próximo president de la Generalitat. Este fin de semana estará en Montmeló (Barcelona).
"Cuando lo logremos nos pondremos a trabajar por el bienestar, el progreso, el avance y la convivencia de los catalanes", ha agregado en su discurso desde este municipio del Baix Llobregat y en el que también ha estado la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero.
Salvador Illa critica a ERC y Junts
Por su parte, el candidato del PSC Salvador Illa se ha dirigido a todos los catalanes "vengan de donde vengan, hablen la lengua que hablen y piensen como piensen". En un discurso bilingüe, ha pedido dejar atrás "los últimos diez años perdidos" y gobernados por Junts y ERC.
Es más, no ha escatimado en críticas hacia quienes enfocan las elecciones como una forma de "elegir quién va a poner las cosas más difíciles al Gobierno de España" en vez de elegir quién va a gobernar durante los próximos cuatro años. "Para lo primero vale cualquiera, pero para lo segundo algunos no valen", ha espetado, refiriéndose especialmente al prófugo Carles Puigdemont.
"Yo no pido el voto para molestar, sino para gobernar; no pido el voto para ser incómodo para nadie, sino para ser eficaz; no pido el voto para confrontar, sino para colaborar; no pido el voto para hacer monólogos, sino para dialogar y conversar; no pido el voto para liderar la Cataluña de la queja, sino la de las soluciones; no pido el voto para vetar ni bloquear, sino para acordar y pactar; no pido el voto para retroceder, sino para avanzar; no pido el voto para que Cataluña sea la pesadilla del resto de España, sino para que sea el sueño del resto de España y de Europa", ha concluido.