La posible dimisión de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno ha derivado en el ataque de los candidatos para las elecciones catalanas del 12 de mayo contra el socialista Salvador Illa. El anuncio, de hecho, se ha adueñado del arranque de la campaña, y así lo han demostrado los participantes en el primer debate, conscientes además de que el PSC es claro favorito en todas las encuestas.
"Esta actitud no es seria, debe venir llorado de casa", ha criticado el número 3 de Junts+, Josep Rull, en representación del presidenciable Carles Puigdemont, mientras el candidato a revalidar el cargo, Pere Aragonès (ERC), ha afeado a los socialistas que pretendan convertir los comicios en "un plebiscito personal" en torno al dirigente, en un tono compartido por el resto.
Los independentistas afean la "complicidad" del PSOE en el caso Pegasus
"Lamentamos hablar de personas concretas porque no debemos hacer de las elecciones un plebiscito personal, sino hablar de las necesidades del país", ha insistido el candidato republicano en el debate organizado por La Vanguarda y RAC1. Este, no obstante, ha defendido "plantar cara siempre a la extrema derecha", recordando que "algunos hemos sido denunciados por Manos Limpias y sometidos a un seguimiento del CNI en nuestra vida privada, pero seguimos en pie".
En este sentido, Rull ha acusado a los socialistas de ser "cómplices" de la "estrategia de destruir al adversario" que está sufriendo Sánchez. "Ya dijimos que, después de nosotros, irían ustedes, y demostraron una complicidad impropia", en palabras de la mano derecha de Puigdemont: "Podríamos darle un manual de resistencia ante lawfare".
La tercera voz independentista, la de Laia Estrada (CUP), ha aprovechado la ocasión para tachar a la transición española de "farsa" y aseverar que "el aparato judicial y policial actual forma parte de aquel franquismo". También ha recordado el plantón del Gobierno a la comisión de investigación sobre Pegasus en el Parlament.
Salvador Illa: "Van a romper la pierna al adversario"
El candidato del PSC ha recurrido a un símil futbolístico para criticar la demanda presentada contra la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, asegurando que "lo que no puede ser es que algunos de los jugadores vayan a romper la pierna al adversario". Es por ello que ha pedido "hacer una reflexión colectiva", negado que la decisión de Sánchez sea un gesto táctico para afectar la campaña de las catalanas.
La única que no ha dudado en cuestionar la decisión del presidente ha sido Jéssica Albiach, de Comuns Sumar: "Nos toca resistir y pasar a la ofensiva para defender la democracia ante una derecha enloquecida".
Las críticas más feroces han llegado de parte del PP, Vox y Ciudadanos. El popular Alejandro Fernández ha señalado una "inquietante similitud entre Sánchez y Puigdemont" por acaparar la campaña y criticar a la justicia, y ha aseverado que Salvador Illa "ya no podrá hablar de estabilidad" por ello. Por su parte, para el líder ultraderechista Ignacio Garriga "el PSC no puede dar lecciones de victimismo" y ha coincidido con Carlos Carrizosa (Cs), que ha dicho que "en Cataluña sí que ha habido víctima del acoso separatista".
Propuestas fiscales, nacionalistas y sobre inmigración
En materia fiscal, Illa se ha comprometido a poner en marcha el consorcio tributario que recoge el Estatut en caso de llegar al Govern, algo a lo que Aragonès ha dicho que "el PSOE se negó". Albiach ha defendido la consecución de "un financiamiento propio, solidario y justo", mientras que el PP ha optado por la supresión del impuesto de sucesiones y Ciudadanos y Vox han coincidido en señalar el "infierno fiscal" en Cataluña.
Sobre los "diez años de decadencia" que denuncian socialistas y naranjas, el president en funciones lo ha tachado de "falta de respeto porque el paro se ha reducido a la mitad y hay más docentes, sanitarios y agentes de los Mossos que nunca".
En paralelo, el candidato republicano ha defendido su propuesta de referéndum acordado "como en Escocia o el Quebec". El número 3 neoconvergente ha pedido "rehacer la unidad" del soberanismo cuando se le ha preguntado qué implica "culminar" el procés. Y por su parte, la líder de Comuns Sumar ha reconocido que "ahora no es el momento" para un referéndum.
Preguntado por el acuerdo entre el Gobierno y Junts por el traspaso de competencias en inmigración, Junts ha defendido "actuar" contra los extranjeros "en casos de absoluta ampunidad"; el líder de extrema derecha ha insistido en este "problema" que genera inseguridad y los antisistema han respondido que "inseguridad es no llegar a fin de mes".
El foco se cierne sobre el PSC al hablar de pactos
Al abordar los pactos postelectorales, el foco se ha cernido sobre el PSC. Preguntado por ERC sobre el PP, Salvador Illa ha garantizado que descarta "ser presidente de la Generalitat con los votos" de los populares, aunque sí ha defendido la consecución de acuerdos con ellos; en este sentido, los ha instado a unirse a un pacto por la lengua catalana.
El propio Aragonès se ha negado a escoger entre Illa y Puigdemont ("me presento para volver a ser president") y Turull también ha evitado concretar posibles alianzas, al hablar de "avanzar en bloque y sin fracasar colectivamente". Mientras, Albiach ha resumido así el veto de los Comuns a los neoconvergentes: "Estamos en las antípodas". En cuanto al eventual apoyo de Vox a los socialistas, Garriga ha aseverado que "jamás" apoyará al PSC, y lo ha hecho responsable de la "decadencia" en Cataluña.