El PSC ha expresado este jueves su apoyo personal y político al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras haber cancelado su agenda política hasta el lunes para decidir si sigue o no al frente del Ejecutivo a raíz de la apertura de diligencias a su esposa por una denuncia sobre presunto tráfico de influencias. Los socialistas catalanes lamentan los, a su juicio, "indignos ataques" que está recibiendo, y ven tras este caso una supuesta "estrategia destructiva" emprendida desde hace tiempo por "la derecha extrema y la extrema derecha", según señalan en una declaración este jueves.
En un comunicado acordado en la Ejecutiva extraordinaria reunida antes del primer acto de campaña en Sabadell (Barcelona), el PSC lamenta que "los sectores reaccionarios de la política española" se consideran, según su escrito, "los únicos legitimados para gobernar".
"Han centrado sus esfuerzos en la erosión personal del presidente del Gobierno a través de la polarización extrema, descalificaciones e insultos", dice el comunicado, en el cual el PSC reclama "respeto" por la ciudadanía, las instituciones, el principio de legalidad y la separación de poderes.
Llaman a la "resistencia colectiva"
Los socialistas catalanes llaman "a todos los y las progresistas y a todos los y las demócratas" a la "resistencia colectiva" para "denunciar y combatir las estrategias y mensajes que buscan erosionar la convivencia y quieren distorsionar el normal funcionamiento de las instituciones", según su comunicado.
"Así podremos evitar, con todos aquellos y aquellas que compartimos esta preocupación, que acaben imponiéndose las posiciones que quieren socavar los valores democráticos sobre los que se fundamenta nuestra convivencia", añade la nota del PSC.
Ven una "instrumentalización partidista y sectaria de las instituciones"
La formación de Salvador Illa apunta también que "la instrumentalización partidista y sectaria de las instituciones, el intento sistemático de destruir al adversario y de deshumanizarlo son absolutamente ajenas a la política democrática y deben ser rechazadas, denunciadas y combatidas".
Asimismo, defienden la "legitimidad" del Gobierno, apuntando que fue elegido por una mayoría parlamentaria, y la continuidad de sus políticas. Y rechazan que, en su opinión, "una minoría reaccionaria, incapaz de asumir la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas, genere una inestabilidad política cuyo objetivo es detener el progreso económico y social", según su escrito.