Una cincuentena de activistas ambientales del movimiento por el clima 'Rebelión o Extinción', según datos del Ayuntamiento de Barcelona, se ha han manifestado por las calles de la capital catalana en protesta por la gestión de la sequía en Cataluña. La ación reivindicativa ha estado marcada por una recreación de una procesión a la Virgen de Montserrat, la Morenetaen alusión al llamamiento desesperado que hizo el Govern del año 2008 a la Virgen de Montserrat para que lloviera en aquel momento.

De este modo, los participantes han iniciado la marcha este sábado 20 de abril a las 10.00 horas en La Rambla de Barcelona y la han finalizado en la plaza de Sant Jaume, a las puertas del palacio de la Generalitat. 

Se quejan de la inacción gubernamental

Durante los parlamentos, los organizadores de esta acción han criticado tanto a la Generalitat como al resto de administraciones (Gobierno central y ayuntamientos) por "la mala gestión hídrica que han hecho de este escaso recurso", subrayando "la falta de transparencia pública sobre el uso que se hace del agua en sectores como el turismo o la industria agroalimentaria".



"Es hora de que nuestros gobiernos hagan frente a la realidad de la crisis climática y actúen con valentía y determinación. No podemos permitirnos más tiempo perdido ni medidas insuficientes", han leído los activistas de 'Rebelión o Extinción', junto con representantes de la campaña Aigua és vida, la plataforma de asociaciones sociales, vecinales y ecologistas que vela por el buen estado y la buena gestión pública del agua. 

Medidas 'in extremis'

Por su lado, tras meses barajando opciones, esta semana la Generalitat, gobernada en funciones por Esquerra Republicana (ERC), ha anunciado el despliegue de 13 de estas infraestructuras, una grande sobre un buque en el Puerto de Barcelona y el resto, más pequeñas, en el litoral de Girona.

La desalinizadora flotante en el Puerto de Barcelona entrará en funcionamiento en otoño de este año y permitirá regenerar 14 hectómetros cúbicos de agua al año, lo que supone el 6% de toda el agua que consume la capital y su área metropolitana. Se prevé que funcione durante cinco años, cuando ya se habría llevado a cabo la ampliación de la desalinizadora de la Tordera y se habría construido la de Foix.

El mismo plan para garantizar el agua de boca "llueva o no" incluye 12 desalinizadoras móviles. . Estas estarán instaladas en Roses y Empuriabrava para cubrir un tercio del consumo de los 13 municipios que se encuentran ya en la fase 2 de la emergencia por sequía y que dependen de la cuenca del Fluvià Muga.

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