La campaña de ERC para las elecciones catalanas del 12 de mayo no ha arrancado con buen pie. Los nervios del presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, son evidentes. Podría ser apeado de la hegemonía independentista frente a un Carles Puigdemont que trata de convertir los comicios en un plebiscito entre Junts y Salvador Illa (PSC), por lo que el republicano va a la desesperada estos días para rascar votos. La última ocurrencia es la de permitir que se llenen las piscinas públicas y privadas pese a la emergencia por sequía, siempre y cuando se abra el acceso a todo el mundo. Una propuesta que ha molestado a los alcaldes al verla "electoralista y populista".
El decreto, que se votará en dos semanas en el Parlament, apunta que estos espacios podrán llenarse con agua de boca si el ayuntamiento del municipio la considera refugio climático y se abre a la población general. Por lo que, de nuevo, el Govern de Aragonès pasa la patata caliente a los consistorios, que avisan de que "se debe leer muy bien la letra pequeña".
"Complejos para parecer más de izquierdas"
Las fuentes municipales consultadas por Crónica Global lamentan que ERC haga "demagogia" y que Aragonès decrete medidas desde "los complejos para parecer más de izquierdas que nadie". Recuerdan que el Govern siempre ha sido reacio a llenar piscinas y que, ahora, busca el giro que les permita "quedar bien en campaña electoral" cuando esto sólo consume el 2% del agua de uso doméstico.
Según explicó la portavoz del Ejecutivo autonómico, Patrícia Plaja, las piscinas de comunidades de vecinos, instalaciones deportivas, hoteles y cámpings podrán solicitar a su ayuntamiento convertirse en refugios climáticos. Pero no ha sido capaz de responder a las preguntas que sí se hacen los alcaldes: "¿Quién pone el precio del tícket o quién contrata al socorrista?".
ERC y el "corto plazo"
Las mismas voces ven "demencial" que Esquerra cargue este marrón a los entes locales: "Bastante trabajo tenemos con gestionar la reducción del consumo, de cumplir todas las exigencias de la Agencia Catalana del Agua (ACA) y de sancionar a quien se pasa del límite", expresan. Además, avisan de que en municipios pequeños "sin recursos, pero llenos de piscinas comunitarias, será un desastre absoluto".
"Lo que tendría que hacer la Generalitat es invertir en infraestructuras y no pensar sólo en el corto plazo", espetan los mismos que lamentan que Aragonès se dedique a hacer campaña a costa de no tomar decisiones. Una tónica que se ha venido repitiendo a lo largo de su mandato y que vendría a reflejar su "falta de valentía y liderazgo".
Las dudas del decreto
La propia Asociación Catalana de Municipios (ACM) -liderada por los independentistas Meritxell Budó y Miquel Buch- alertan de que esta medida no quiere decir que "todas las piscinas se puedan rellenar a partir de ahora, sino aquellas que desde el municipio se considere que cumplen la función de refugio climático", ha expresado el vicepresidente de la entidad, Jaume Oliveras. Y ha advertido de que la escasez de agua será uno de los grandes retos de los próximos años, por lo que ayuntamientos y Govern deberán "colaborar".
La cuestionable decisión del president va en una dirección muy distinta y se resume en pasarle la responsabilidad a los alcaldes, como viene haciendo ERC desde que se activó la alerta por sequía.
Votación en el arranque oficial de la campaña
Con todo, el decreto deberá ser convalidado por la Diputación Permanente de la Cámara autonómica, que coincidirá con el arranque para la campaña del 12 de mayo. Es decir, que esta emergencia podría volver a copar la agenda política en unos días decisivos para que los catalanes decidan su voto.
Es el escenario más temido por dirigentes de ERC durante los últimos meses, que la sequía y la gestión autonómica "devore" a su candidato frente al "populismo electoral" de Puigdemont y el empuje de Salvador Illa en las encuestas.