El órdago de Puigdemont: asistirá al debate de investidura y dejará la política activa si no es 'president'
El líder de Junts ha detallado que su decisión se debe a la relevancia institucional que debe tener "el acto de retorno de una presidencia"
9 abril, 2024 09:37Noticias relacionadas
El expresident de la Generalitat y candidato de Junts en las elecciones catalanas, Carles Puigdemont, ha lanzado un órdago. Ha anunciado que regresará a Cataluña el día de la investidura del próximo presidente del Govern, tras los comicios del 12 de mayo. No sólo eso. Ha asegurado que dejará la política en activo si su candidatura personalista no consigue la mayoría necesaria para superar la investidura o, como asegura en su relato, ser restituido presidente.
El político ha detallado que su decisión se debe a la relevancia institucional que debe tener "el acto de retorno de una presidencia", lo que "ha de ser una cuestión de país, más que de partido".
Fin de su carrera política en activo
Puigdemont espera poder dormir en su casa de Girona ese día, pese a que ha reconocido que "dependerá de la seguridad". En su estrategia de rascar votos de la abstención independentista, el neoconvergente huido de la justicia ha tirado de relato sentimental.
En directe, entrevista a El Món a Rac 1 https://t.co/5uIdCEKEzB
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) April 9, 2024
Ha reconocido que no se ve en la oposición y que, en caso de no conseguir los apoyos necesarios para superar la investidura, replanteará su futuro político. Ha descartado terminar su carrera "calentando una silla" como senador o en el consejo de administración de alguna empresa, por lo que apuesta por dar un paso fuera de los cargos institucionales.
Cómo movilizar a los independentistas
Sobre los pactos en el escenario poselectoral, Puigdemont ha rechazado asociarse con el PSC de Salvador Illa. De hecho, el líder de Junts intenta convertir los comicios en un plebiscito entre su restitución como presidente de la Generalitat, tal y como afirma, y el líder de los socialistas catalanes. Fue la CUP el primer partido en plantear un escenario electoral de pulso entre independentismo contra el PSC, la fórmula con la que esperan movilizar a los más críticos con la década de gobiernos secesionistas en Cataluña.
Y en este mar revuelto también pesca Aliança Catalana, el partido de la ultra Sílvia Orriols que se presenta como la única que defiende de verdad los postulados independentistas y no cuenta con una gestión administrativa previa que ponga en duda esta promesa.
Pactos postelectorales
Puigdemont sí aceptaría llegar a pactos puntuales con el PSC como ha hecho Pere Aragonès durante su mandato. "Otra cosa son acuerdos" en momentos concretos, ha señalado en su entrevista en Rac1. Ha definido la necesidad de apoyar al Govern sobre un "proyecto nítido" y trabajar con formaciones con las que compartan el proyecto nacionalista. "Yo quiero que Cataluña sea independiente mañana y no me presento para ser gestor de una administración estatal", ha sentenciado.
También se ha pronunciado sobre su excompañera de partido, Clara Ponsatí, con quien sigue compartiendo grupo en el Parlamento Europeo. Después de que la exconsejera de Educación informara de que será la cabeza de lista de Alhora, el nuevo partido fundado junto a Jordi Graupera, Puigdemont ha admitido sentirse "decepcionado" con su trayectoria política. Y lleva esta "decepción" al terreno personal.
Críticas a Illa y calabazas al cara a cara con Aragonès
En cuanto a la posibilidad de que TV3 y Catalunya Ràdio se desplacen a Perpiñán (Francia) para realizar un debate electoral para que él pueda participar sin ser detenido, ya que la amnistía aún no es efectiva, ha cargado contra la negativa del PSC de plegarse a sus designios. "El PSOE se ha reunido y ha pactado conmigo en Suiza, ¿de verdad que no puede Illa venir a Perpiñán, que es Catalunya?", ha remarcado.
Y en cuanto a la propuesta de Pere Aragonès de celebrar un cara a cara, Puigdemont le ha dado calabazas. Ha asegurado que lo que necesitan ERC y Junts es "trabajar codo con codo" y no contrastar ideas y políticas de forma pública. En este sentido, el neoconvergente huido de la justicia sólo contempla mantener un cara a cara con una persona: Pedro Sánchez.
Vende de esta forma un relato de enfrentamiento entre presidentes de estados con la persona que le ha facilitado que regrese a la política activa en Cataluña.