Carles Puigdemont será el candidato de Junts a las elecciones catalanas, pero quiere seguir mandando en la lista para las elecciones europeas del 9 de junio y ha impuesto los primeros nombres. Toni Comín, Neus Torbisco y Aleix Sarri ocuparán los tres primeros puestos de la candidatura de unos comicios que en su día él iba a capitanear en Junts, antes de que decidiera presentarse como candidato a las autonómicas para intentar ganar la batalla a ERC en la hegemonía del independentismo. Una decisión que fuentes del partido aseguran que ha debido de tomar “a empujones”, dada la comodidad y la remuneración de la política en Bruselas.
Comín y "su poca cultura de partido"
Toni Comín, el inseparable compañero de aventuras europeas de Puigdemont, iba de dos hasta que el expresident rechazó presentarse a estos comicios. Ambos tienen una gran complicidad por haberse fugado y permanecido juntos durante años. Se trata de un perfil duro y más alejado a la sensibilidad de los pragmáticos de Junts. Un ejemplo claro es cuando hizo campaña para que los posconvergentes salieran de la Generalitat, dejando a ERC a los mandos del Govern en solitario. Pero Comín no sólo ha cabreado con su influencia a los más moderados.
Quienes le conocen, aseguran que genera conflictos allá donde va, incluso en el chiringuito del Consell de la República, donde era tildado como "autoritario" en sus funciones de vicepresidente.
Su pasado politizado -entró en el Parlament en 2003 de la mano de Pasqual Maragall, primero como independiente, y luego afiliándose al PSC como parte del sector “más catalanista”- es algo que tampoco le acompaña para ganar adeptos en la estructura más tradicional de Junts. Más aún, teniendo en cuenta que antes de fichar por su actual formación, pasó por ERC, lo que ha alimentado su aura de persona “con poca cultura de partido”.
Torbisco, del Consell de la Republica y Òmnium
Neus Torbisco, la número dos de la lista, fue representante del Consell de la República, en el cual Puigdemont ha repetido como presidente. Es vocal de la junta de Òmnium Cultural, y una voz radical en cuestiones como el uso del catalán. De hecho, en mayo de 2023 se hizo viral un tuit suyo señalando a un trabajador de El Corte Inglés por hablar en castellano.
“Ayer en @elcorteingles mi marido (alemán residente en Suiza) pregunta a un vendedor en catalán y le contesta en castellano. Continúa en catalán y le dice: 'no te entiendo bien, mejor en español o inglés'. Le dijo (en inglés) que estaría bien q conozca la lengua del sitio donde trabaja”, expresó.
Aleix Sarri y su activismo 'indepe'
Como número tres irá Aleix Sarri, que destaca por haber sido jefe de la oficina de Puigdemont. Fue asesor del expresidente Quim Torra y ha lanzado soflamas del gusto del independentismo más radical, como que el castellano "es una lengua impuesta violentamente en toda la península ibérica y en medio continente americano". Un activista por la secesión “conocido” en Junts, pero que dista mucho del perfil que algunos desean para un lugar “tan importante” como el número tres en las elecciones europeas.
Algunas fuentes del partido se consuelan pensando que “tiene pocas posibilidades” de acabar recogiendo el acta de eurodiputado, pues los resultados electorales podrían estar lejos del éxito.
Los históricos, molestos
La elección de estos perfiles ha provocado el enésimo cisma en la formación. Voces neoconvergentes aseguran a Crónica Global que los más históricos están "enfadados" porque gente "más joven y sin demasiada experiencia" está pasando por delante de otros que llevan años “picando piedra”.
Esto sucede tanto en la lista que irá a Bruselas como en territorio catalán. Es el caso de Lleida, donde el fugado ha decidido poner de cabeza de lista a Jeannine Abella, quien en las pasadas elecciones concurrió como número seis. También en Girona, donde ha optado por Salvador Vergés causando fricciones en la estructura de Junts.
También el fichaje anunciado durante la jornada de ayer, el de Anna Navarro Schlegel como número dos, ha sentado como un jarro de agua fría por hacerse de espaldas a cuadros del partido.
Puigdemont sondeó a Paluzie
Con todo, Puigdemont no sólo busca colocar a personas de confianza en los puestos clave, también perfiles de corte radical ante una campaña de máxima confrontación con ERC y PSC. Una batalla electoral difícil, en la que también quiere contar con perfiles como el de Anna Gómez, subdirectora del diario Segre, tertuliana y “puigdemontista hasta la médula”.
En su currículum figuran soflamas radicales como afirmar que los trabajadores del resto de España que emigraron a Cataluña tras la Guerra Civil eran “colonos” y formaban parte de un plan de “colonización administrativa y cultural” que llevó a cabo el gobierno de dictadura franquista. Una estrategia que, según expresó en una tertulia radiofónica, “se está volviendo a intentar” implantar en la actualidad.
Estos fichajes están bien para conseguir titulares y golpes de efecto entre el electorado independentista, pero fuentes de Junts temen que acaben perjudicando a la paz interna de la formación, así como acabar configurando un grupo parlamentario incapaz de llegar a acuerdos con los principales partidos de la Cámara, ya sea para formar Govern o para "garantizar unos mínimos de estabilidad democrática".