Jordi Molist saldrá de la Agencia Catalana del Agua (ACA) tras 23 años ocupando cargos directivos en una empresa pública que es clave en plena emergencia por sequía en Cataluña. La Generalitat ha decidido sacrificar al directivo, actual responsable de Abastecimiento de la compañía, a cambio de mantener en el cargo a su superior, Samuel Reyes, y al consejero del ramo, David Mascort.
Esta ha sido la moneda de cambio ofrecida a los agricultores catalanes, que protestan y colapsan las carreteras del territorio desde hace semanas. Sus tractores tomaron las principales vías catalanas junto a las protestas de todo el país contra la burocracia cada vez mayor que deben soportar, pero con un hartazgo añadido. La activación de la emergencia por sequía ha sido fatal para sus explotaciones.
Ahora, se relajarán las restricciones que se les había impuesto. Pero no ha sido la principal victoria que los representantes sindicales del sector, unidos bajo el paraguas mayoritario de Unió de Pagesos, es la destitución del número dos del ACA y el veradadero hombre fuerte del departamento. No en vano, es de los pocos altos ejecutivos que ha resistido en la gestora de agua pública a los cambios de color político en Cataluña desde los gobiernos tripartitos.
El Govern habla de una "reorganización"
Las agrupaciones agrarias han sido claras en su comunicación. Mascort, por su parte, se ha limitado a asegurar ante los medios que "Samuel Reyes seguirá siendo director de la ACA" y ha hablado de una "reorganización" del ACA. Según su justificación, para que el organismo esté "más cerca del sector agrícola".
El conseller se ha resistido a reconocer la destitución de Molist, que fuentes conocedoras del pacto aseguran que sí debe salir del organismo. "Lo que haremos es reorganizar el área, y veremos si la dirección es la misma o no", ha destacado.
Gestión de la sequía
El sector agrario había pedido su cese por la gestión de la actual sequía, cuando desde la Generalitat se ha obligado a reducir el consumo de agua en un 80% para el riego de campos de cultivo. La primera consecuencia del acuerdo es que los agricultores concentrados por toda Cataluña han levantado las protestas.
El Govern también ha aceptado cambiar el nombre de la Conselleria d'Acció Climàtica, Agenda Rural i Alimentació, que ahora volverá a llamarse Deprartament d'Agricultura, Ramaderia i Pesca, con el gesto simbólico de poner al sector primario en el centro de la acción de la cartera.
Mascort también ha intentado suavizar esta cesión. Ha señalado que se "estudiará cambiar el nombre" de su departamento, sin darlo por sentaado, para incluir los conceptos de agricultura, ganadería y pesca, si bien "acción climática" se mantendrá en el nombre de la Conselleria.
Reunión entre el Departament y el sector
Los agricultores, en huelga intermitente desde inicios de febrero, se han reunido hoy con el conseller Mascort, después del plantón institucional en el encuentro del martes, cuando el republicano no se presentó a la cita entre el Departament d'Acció Climàtica y el sector agrario catalán.
En la reunión, que ha durado casi cuatro horas y en la que han participado representantes de cuatro organizaciones agrarias, el sector ha logrado parte de las condiciones que impuso el miércoles para levantar los cortes en autopistas y carreteras que empezaron el martes por la mañana.
Un pino en la AP-7
Los agricultores que protagonizan la protesta principal del sector en las carreteras catalanas, la de la autopista AP-7 cerca de la frontera con Francia, han plantado un pino de grandes dimensiones en esta vía mientras esperaban a conocer el resultado de la reunión con el conseller David Mascort.
El árbol tiene unos diez metros de altura, se sitúa en sentido Francia y el agujero en el asfalto se ha cubierto con una rueda de tractor para estabilizar el árbol. Los portavoces sindicales han advertido de que las condiciones para retirar el árbol dependerían de las decisiones tomadas en dicha reunión.