Finalmente, el Govern sí desviará agua del río Ebro para hacer frente a la sequía, pero no como lo defienden ingenieros y economistas. El Ejecutivo del president Pere Aragonès ha anunciado dos proyectos para regar 5.000 hectáreas de viñas y olivares en el Priorat, uno de los cuales supondrá llevar agua del río gestionado por el Estado hasta el embalse de Siurana.
Así lo ha avanzado este domingo el conseller de Acción Climática, David Mascort, durante una visita a la localidad de Falset (Tarragona), ubicada en plena comarca del Priorat, acuciada por la escasez hídrica y que centra buena parte de su economía en el sector agrario; sobre todo, en la producción de vino y aceite.
El conseller da por hecho el visto bueno de la Conferencia Hidrográfica del Ebro
El conseller ha precisado que este plan del Govern, que ya cuenta con los estudios de viabilidad previos para poder canalizar agua del Ebro a los cultivos del Priorat, es para los próximos tres años y está dotado con un presupuesto de unos 60 millones de euros.
El proyecto que genera más controversia es el de Siurana-Guiamets, ya que supone llevar agua del río Ebro desde Garcia -Ribera d'Ebre- hasta el pantano de Siurana, que abastece a otro, el de Riudecanyes, los cuales no pertenecen a la cuenca hidrográfica del Ebro (CHE). Esta previsto que esté listo para 2027.
Debido a que en este último caso el agua la suministra la Confederación Hidrográfica del EBRO (CHE), es necesario que esta la incorpore en su planificación. En declaraciones a la prensa, Mascort ha asegurado que ha hablado con la CHE y "parece que lo ven con buenos ojos". El titular de Acción Climática ha defendido el minitrasvase porque, de no ejecutarse, "el trasvase que se producirá será de la población que ya no pueda vivir" en el Priorat.
Sin agua en los embalses de la comarca
En estos momentos, debido a la sequía, ninguno de los tres embalses de la comarca tiene la suficiente agua como para poder hacer frente a la campaña de riego.
De hecho, los pantanos de las cuencas internas están tan vacíos que se encuentran a medio punto porcentual de que se declare el estado de emergencia por falta de recursos hídricos, momento en el que se intensificarán las restricciones al uso del agua.
Dos proyectos para garantizar el riego en una decena de municipios
El primero de los dos proyectos, el del Montsant, podría estar acabado en 2026 y consistiría en una conexión de la red Garrigues-sur con el embalse de la Palma d'Ebre, que se encarga de llenar el de Margalef, en estos momentos se encuentra prácticamente vacío. Este proyecto abastecería la comunidad de regadíos del río Montsant, lo que representa unas 1.400 hectáreas.
El Govern prevé que el segundo de los proyectos, Siurana- Guiamets (el que utilizará agua del Ebro) esté listo para 2027. El Ejecutivo de Pere Aragonès defiende que estos dos proyectos diferenciados deben permitir la continuidad de la actividad agraria y la economía de la zona.
Los municipios que se beneficiarían de estos dos proyectos serán Cornudella, el Lloar, Falset, Gratallops, la Morera de Montsant, Poboleda, Porrera, Pradell de la Teixeta, Torroja del Priorat, la Bisbal de Falset y la Vilella Alta.
Ingenieros y economistas claman por el minitrasvase del Ebro al resto de Cataluña
El Observatorio Intercolegial del Agua, que agrupa los colegios profesionales de Ingenieros de Caminos, Ingenieros Agrónomos, Ingenieros Industriales y Economistas de Cataluña, arropa la propuesta del minitrasvase del Ebro. Lo hicieron en un manifiesto que se presentó en el marco de una jornada en la que se ha reclamado una red hídrica “interconectada y resiliente” para todo el territorio.
El argumento que se defendió desde diferentes vertientes por parte de los ponentes es que se debe pasar página a frenos históricos. Entre ellos, el miedo de los distintos gobiernos catalanes -desde la Generalitat de Jordi Pujol- a que el sur de Cataluña les dé la espalda, especialmente en las urnas, por llevar agua del Ebro a la zona de Barcelona. Más, en un contexto de cambio climático y sequías recurrentes como el actual.