La presidenta de Junts, Laura Borràs, despide el año en el que ha sido condenada por corrupción (y apartada por ello de la presidencia del Parlament) con un nuevo episodio de victimismo. Así se desprende de un informe jurídico del que se ha hecho eco en X y que concluye que su caso es un claro ejemplo de persecución judicial con fines políticos (lawfare).
Se trata de un informe elaborado por David Serra, exinterventor municipal que ha estado ligado a la ANC, e Isidre Llucià, interventor del Ayuntamiento de Sant Martí de Llémena (Girona), en el que ambos llegan a la conclusión de que la sentencia condenatoria por corrupción contra Borràs es una "chapuza jurídica".
Prevaricación y falsedad documental
"Los hechos juzgados no comportaron ningún enriquecimiento personal para ninguno de los condenados ni ningún perjuicio económico para la Administración", añade el documento, que se refiere a la condena contra Borràs por adjudicar contratos a dedo a un amigo cuando ella presidía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), por lo que se le atribuyen delitos de prevaricación y falsedad documental.
Sin embargo, ni para Serra ni para Llucià hay nada de eso, pues consideran que en ningún caso hubo "irregularidad" en la adjudicación, ni fraccionamiento, ni ganancia personal. De hecho, añaden, todos los trabajos en la ILC que fueron objeto de investigación "se hicieron y se pagaron de manera correcta".
Dalmases, fiel escudero
El acuerdo entre el PSOE y Junts para abordar el lawfare en comisiones de investigación, en el contexto de tramitación de la ley de amnistía, ha dado esperanzas a Borràs para que se incluya su caso en esta categoría, aunque desde otras formaciones independentistas --y también desde sectores de Junts-- consideran que su expediente no cabe en la amnistía porque no está ligado al procés.
Sea como sea, Borràs pretende hacer el máximo ruido posible por medio de todos sus altavoces para exponerse como una víctima de persecución judicial por su ideología. En esta tarea de márketing le acompaña su fiel escudero, Francesc de Dalmases, que dio un paso al lado después de que saliera a la luz que se sobrepasó con la subdirectora del desaparecido FAQs de TV3, precisamente porque no le gustó la entrevista que le hicieron a Borràs.