La guerra de banderas en Ripoll (Girona) llega a su fin. El municipio, gobernado desde los últimos comicios locales por la ultraderechista Sílvia Orriols, ha acatado finalmente la orden judicial que le obligaba a retirar la estelada y colgar una rojigualda española.

El ayuntamiento ha cumplido por entregas. El mes pasado, la alcaldesa independentista ya ordenó quitar la bandera no oficial, pero una de las cuatro astas de la fachada del consistorio quedó vacía.

La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols Cedida

Ya se ha colgado la bandera

La Administración explicó entonces que había tenido que encargar la nueva rojigualda y que tardaría unos días en ser entregada. Tras la espera, la procuradora municipal ya ha informado a la justicia de que "se ha procedido a colocar la bandera de España de la forma que establece" la normativa.

Asimismo, en la comunicación al juzgado de lo contencioso administrativo encargado de la causa, el consistorio adjunta una fotografía con las cuatro banderas ya izadas. Añade también la factura de la adquisición de la rojigualda.

Ripoll

Polémica

Impulso Ciudadano, la entidad que llevó el asunto a los tribunales, ha celebrado en Twitter el cambio de look de la fachada del Ayuntamiento de Ripoll, del que ha destacado que "ya cumple con la legalidad".

El partido de Orriols, Aliança Catalana, se presentará a las próximas elecciones autonómicas con un independentistmo más fragmentado que nunca, ya que a los partidos representados (Junts, ERC y CUP) se añaden voces díscolas como las de la ultraderecha, la cuarta lista de la ANC o Clara Ponsatí, que ha roto con Carles Puigdemont. La alcaldesa de Ripoll, que ha pedido al Govern prohibir el burkini, tiene abierto un expediente administrativo por presuntas declaraciones discriminatorias contra los inmigrantes musulmanes y el Parlament aprobó una moción en la que llamaba a "no normalizar la acción política de la extrema derecha" en el municipio gerundense.

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