Los cañones de nieve trabajan a pleno rendimiento en más de la mitad de estaciones de esquí de Lleida, mientras se proyectan nuevas adquisiciones para garantizar una temporada que está en la cuerda floja por culpa de la sequía.
La nieve no cae del cielo y el sector se apresura a fabricarla para no mandar al traste la actividad de las pistas. Sin embargo, aunque los cañones hayan proliferado en las estaciones de Lleida, solo Baqueira Beret ha conseguido inaugurar la temporada de invierno. El resto esperan estar a punto para el puente de la Constitución.
Los días con condiciones favorables para la producción de nieve se han reducido un 66% en los últimos 20 años y los cambios de temperatura son cada vez más drásticos. Por este motivo, el sector busca poder innivar con menos frío y aprovechar al máximo los momentos propicios para hacerlo.
Baqueira proyecta innivar más pistas
Baqueira Beret tiene más de la mitad de los cañones de nieve de Lleida. Este año ha estrenado 66 y ha alcanzado los 775, mientras que ha empezado a tramitar otros 77 en el sector de la Bonaigua, en el Sobirà, por ahora sin fecha para instalarlos.
Se plantea innivar una zona entre las zonas de Baqueira y La Peülla donde hasta ahora la nieve caía cada año del cielo. "La conexión entre Baqueira y La Peülla aún no está innivada porque, históricamente, siempre había recibido mucha nieve a través de precipitaciones. No obstante, la situación climatológica de las últimas temporadas ha cambiado esta tendencia y es necesaria su innivación", reza el proyecto, que abarca las pistas de Muntanyó, Bonaigua, Cresta de la Bonaigua Llança y Debutants, ha avanzado Segre.
Restricciones por sequía extrema
Esta fabricación de nieve es uno de los puntos que ha causado malestar en plena sequía extrema y concasi seis millones de personas afectadas por las restricciones de agua.
Hace menos de una semana que el conseller de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña, David Mascort, aseguraba que "si seguimos seis meses sin que caiga una gota tendremos que cortar el agua". Asimismo, reconoce que el Govern tiene todo a punto para traer agua en barcos si es que llega a ser necesario.
Sin embargo, el ejecutivo catalán insiste en que el agua que usan las estaciones de esquí "no puede tener otra utilidad" y, de lo contrario se perdería. "No se gasta ni un litro, ni un solo litro de agua de beber, ni esta agua podría ser utilizada por nada más si se vertiera de nuevo a la red", aseguró la portavoz del Govern, Patricia Plaja, al ser preguntada sobre uso de cañones de nieve en dichas instalaciones.