Los afiliados de Junts per Catalunya han ratificado el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez a cambio de la amnistía y otras concesiones del PSOE al independentismo. En una votación realizada este fin de semana, el 86,16% de los votantes dice sí a ese pacto, según ha comunicado el partido en X.
En esta votación ha participado el 67% de los afiliados de Junts, de los que casi nueve de cada diez han validado el acuerdo alcanzado en Bruselas entre el PSOE y los dirigentes del partido fundado por el expresidente catalán Carles Puigdemont. Por lo tanto, los restantes han votado en contra (13,83%) o se han abstenido (0,01%).
"Conflicto entre Cataluña y el Estado"
La pregunta era binaria y decía así: "¿Ratificas el acuerdo firmado en Bruselas entre Junts per Catalunya y el PSOE, en el que se establecen tanto las condiciones como los mecanismos para la resolución del conflicto político entre Cataluña y el Estado español y en el que plantearemos un referéndum de autodeterminación?".
Como es sabido, el acuerdo se ha cerrado en Waterloo, pues Puigdemont se instaló en Bélgica tras huir de España para evitar la acción de la justicia por su responsabilidad en la organización del referéndum ilegal del 1-O y fechas posteriores, incluida la declaración unilateral de independencia de los ocho segundos.
Sin foto
Las negociaciones se llevaron a cabo, para más inri, debajo de una gran estampa del 1-O. Sin embargo, no existe ninguna fotografía de ningún miembro del PSOE en el Gobierno con Puigdemont, pues de las conversaciones se encargó el secretario de Organización socialista, Santos Cerdán. Por el contrario, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, sí posó con Oriol Junqueras tras el acuerdo de investidura con ERC unos días atrás.
Sea como sea, el pacto entre PSOE y Junts, aunque no muy definido --pues cada una de las partes lo interpreta de modo distinto y se hace mención a la desconfianza mutua--, sí incluye una ley de amnistía para un periodo de 11 años (2012-23) que perdona y olvida los delitos cometidos y los casos enjuiciados en el marco del procés. Ello permitiría, entre otros, el regreso de Puigdemont a España como si nada hubiera ocurrido.
Y es más, en esa amnistía se pueden incluir también otros casos que, sin tener ninguna vinculación con el pulso soberanista, pudieran entenderse como lawfare o judicialización de la política; de añadirlos o no se encargarán unas comisiones de investigación en el Congreso. A ello se aferra la presidenta de Junts, Laura Borràs, condenada por corrupción en un proceso ajeno al separatista, pero que dice sentirse víctima de una supuesta persecución del Estado por sus ideas políticas.
El relato, otro triunfo de Junts
Pero la amnistía no es el único triunfo de un partido, Junts, que afirma que no ha renunciado a nada con ese pacto, aunque reconoce que, antes de volver a la unilateralidad, dará un voto de confianza al Gobierno para ver si cumple lo acordado.
En el acuerdo firmado --en el que no se aprecia ninguna renuncia de Junts y sí muchas concesiones del PSOE a cambio de la investidura de Sánchez-- destacan también los verificadores y el triunfo del relato independentista sobre la historia de Cataluña y su relación con el resto de España.
En este sentido, los historiadores serios han denunciado el documento por tratarse de una narración "manipulada" y "falsa" de la historia que solo persigue "justificar en el pasado un supuesto conflicto de España contra Cataluña perpetuado en el tiempo".
Del mismo modo, el documento firmado por PSOE y Junts hace referencia al "conflicto histórico" entre Cataluña y España; los neoconvergentes ya avisan de que propondrán la celebración de un referéndum de autodeterminación, mientras los socialistas se comprometen a defender el desarrollo del Estatut de Autonomía del 2006, tumbado parcialmente por el Tribunal Constitucional.
Asimismo, el PSOE se compromete al pleno despliegue y el respeto a las instituciones del autogobierno y a la singularidad institucional, cultural y lingüística de Cataluña.
El referéndum, siguiente parada