Un juzgado de Badalona ha reactivado el procedimiento del llamado caso Marina Besòs, en el que se investiga si hubo trato de favor urbanístico para que Grupo Amnesia abriera una discoteca en las antiguas piscinas de Sant Adrià (Barcelona).
Es lo que se desprende de una providencia reciente consultada por este medio, en la que el juzgado de Instrucción número 2 de Badalona cita como investigadas a nueve personas, incluido Joan Callau, ex primer edil de Sant Adrià por el PSC. Las comparecencias ante el juez se reanudarán el próximo 27 de noviembre tras ocho años de instrucción.
Se reactiva
De este modo, la sala reanuda las pesquisas del llamado caso Marina Besòs tras años de dilaciones por diversos motivos. Y capítulos inexplicables, como el hecho de que el juez haya pedido localizar dos ordenadores aportados a la causa y que custodiaban los Mossos d'Esquadra.
Por el camino, hasta seis jueces han participado en el procedimiento, y alguno de los testigos ya ha fallecido.
Exalcaldes del Besòs
Ahora, el magistrado trata de dilucidar si hubo trato de favor delictivo a algunos empresarios para transformar las antiguas piscinas del Besòs en una discoteca.
Responderán por ello el propio Callau, sí, pero también Jesús Canga, también ex munícipe socialista de Sant Adrià. Y Jaume Vendrell, exgerente del Consejo Comarcal del Barcelonès, pues los terrenos eran de esta administración supramunicipal ya disuelta.
Dos empresarios
Asimismo, en la causa se busca probar si el empresario Emilio Fernández resultó beneficiado por la operación urbanística. Y también Martín Ferrer, el dueño de Grupo Amnesia y uno de los arquitectos de la noche española.
En total, se examina a catorce personas que ya no figuran en primera línea de la política. La acusación corre a cargo de la Fiscalía Anticorrupción.
Atlàntida
La tramitación urbanística posibilitó la apertura de la discoteca Atlàntida --gestionada por Amnesia-- en las piscinas del Besòs. El club duró poco tiempo y acabó cerrando, dejando parte del canon impagado.
Se trata de un proyecto empresarial fallido de Ferrer, cuyo entorno ha sondeado en los últimos tiempos reabrir otro club nocturno homónimo, el de Sitges (Barcelona), sin éxito. La iniciativa empresarial cuenta con mucha oposición vecinal.