ERC ocultó que su jefe de policía enchufado en uno de sus municipios estrella, Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), había sido condenado por prevaricación. El jefe de policía fichado sin concurso ni publicidad en el municipio-feudo de los republicanos devolvió el favor y "levantó cero actas" el día del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Lo explican fuentes policiales tras revelar este medio que la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) ha afeado el nombramiento a dedo de Manel Calero como subinspector de policía de Sant Vicenç dels Horts en 2016, cuando ERC gobernaba el municipio. Estas voces revelan que los republicanos no solo incorporaron a Calero sin publicidad ni concurrencia, "sino que ocultaron que el efectivo policial había sido condenado en firme -por el Tribunal Supremo- por prevaricación".
Despacho y jefatura
Calero había encajado la sentencia cuando prestaba servicios en la localidad de Gavà. Le denunciaron sus compañeros por quitar una multa de tráfico, y el caso llegó al Supremo. Le condenaron en firme.
Pero Maite Aymerich, alcaldesa de ERC de Sant Vicenç, le quiso rescatar como jefe de policía del municipio durante un tiempo. Por ello, obviaron que el funcionario estaba condenado y lo incorporaron como subinspector, aunque "obraba como jefe de policía a todos los efectos". Contaba con "despacho propio", asistía a las reuniones y daba órdenes "en calidad de máxima autoridad de cuerpo". Formalmente solo era subinspector, pues no podía ser jefe del cuerpo debido a su condena.
"Fue un fraude del presupuesto público"
Esa fórmula, denuncian estas fuentes, fue "un fraude del presupuesto público". Porque el equipo de Aymerich "creó una tercera plaza de subinspector en un cuerpo con pocas decenas de agentes, sin justificar de ningún modo". Para ello emitieron los decretos que ha criticado la Oficina Antifraude, pero el equipo de gobierno municipal de Sant Vicenç dels Horts "llegó a modificar la plantilla municipal un mes después de aprobarla para encajar a Calero".
El nuevo jefe de policía funcionó, pero "para el Ejecutivo local". Calero, nombrado sin concurso, fue "acomodaticio con las peticiones de ERC, aunque descuidó el servicio, eliminando la policía de barrio o las protecciones escolares, y siendo incapaz de cubrir las bajas o las necesidades de los turnos".
"El 1-O no levantó una sola acta"
En ese ínterin, llegó el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. La Policía Local de Sant Vicenç "tuvo una actitud totalmente pasiva, levantando cero actas pese a las órdenes judiciales", avisan las mismas voces. "Se permitió todo tipo de actos de campaña para el sí al referéndum, actos que llegó a montar la brigada municipal".
Tras la bronca citada del 1-O, el juez pidió datos a los Mossos d'Esquadra -que sí actuaron en Sant Vicenç- y a la Policía Local sobre los colegios cubiertos policialmente. "No coincidían. Fue esperpéntico. Los dos cuerpos policiales dieron informaciones distintas". Ello, insisten las mismas voces, fue por "órdenes a la Policía Local de mantenerse pasivos frente a la movilización independentista".
"Al no lograr el indulto, lo devolvieron a Gavà"
Durante todo este tiempo, el gobierno municipal y el efectivo policial confiaron en que el Gobierno le indultaría por su condena. Pero no lo hizo. Se rechazó el indulto y, con ello, el nuevo jefe de policía de ERC tuvo que volver a Gavà. "Dejaron de mantenerle, porque su situación era insostenible: estaba condenado y el indulto no había prosperado".
Todos esos esfuerzos se hicieron en mitad de instancias que alertaban de presuntas "irregularidades" en contratación de la Policía Local y una querella por malversación contra Calero que no prosperó. Ningún escrito acabó en juicio oral, pero el gobierno local de ERC mantuvo al efectivo policial "porque era obediente". En paralelo, Calero cambió su nombre. "De apodarse Manolo en Gavà pasó a ser Manuel, y de allí, a Manel", apostillan otras voces para ilustrar su acercamiento al nacionalismo.