El Ayuntamiento de Palamós, gobernado por ERC con el apoyo del PSC, deberá dar explicaciones por un asunto que tiene en pie de guerra a los grupos oposición. Se trata de un suceso ocurrido hace dos años, en septiembre de 2021, cuando un coche camuflado de la Policía Municipal fue multado por exceso de velocidad por circular a 110 km/h en un tramo de carretera limitado a 80 km/h, y que además se hallaba en Castell d'Aro, fuera de su ámbito de actuación. El caso ha levantado ampollas por cuanto el conductor del vehículo no ha sido identificado. Algo que no tendría mayor trascendencia si no fuera porque el sindicato CSIF denunció que en realidad no se trataba de un agente, sino de un regidor del consistorio que supuestamente lo utilizaba.
La infracción de tráfico la captó un radar móvil de los Mossos d'Esquadra, razón por la cual el Servei Català de Trànsit de la Generalitat impuso una multa de 300 euros y la pérdida de dos puntos en el carnet del conductor. El consistorio abrió entonces un expediente informativo para averiguar de quién se trataba, pero lo cerró poco después argumentando que era imposible saberlo. A causa de esto, la multa pasó a triplicarse: 900 euros. Y el ayuntamiento la pagó.
Prueba judicial decisiva
Tras ello, un delegado sindical de la Policía Local acusó al Ayuntamiento de Palamós -también gobernado por ERC en la pasada legislatura- de no haber hecho todo lo posible para revelar la identidad del conductor del vehículo policial. Una acusación que le acabó costando la apertura de un expediente y una suspensión de empleo y sueldo de seis meses.
Este castigo, sin embargo, ha acabado ahora volviéndose en contra del consistorio, puesto que el delegado en cuestión recurrió judicialmente la decisión, y solicitó además que se despixelara la fotografía de la multa de Trànsit para averiguar si el conductor era un policía municipal, o bien, un concejal.
Este aclarado de la imagen o despixelado, según ha revelado CSIF, ya se habría llevado a cabo gracias a una autorización judicial que, según el sindicato, permitirá saber quién era no sólo el conductor del coche policial de camuflaje ese día, sino también su acompañante. El resultado de la prueba judicial está ya, en teoría, a disposición de las partes.
La oposición exige explicaciones
Esta novedad ha puesto en alerta a los principales grupos de la oposición en el ayuntamiento -Som-hi per Palamós i Sant Joan y Junts-, que a mediados de esta semana exigieron a los responsables del consistorio que den explicaciones. Y advirtieron de que, si no lo hacen, pedirán un Pleno extraordinario monográfico sobre el tema.
Sin embargo, estas explicaciones todavía no se han producido. Consultadas por Crónica Global al respecto, fuentes municipales han explicado este viernes que todavía no han recibido la prueba judicial que permitiría revelar la identidad del conductor. Y aseguran que, cuando la tengan, podrán pronunciarse y hacer una valoración al respecto.
Sea como fuere, el asunto ha dejado al consistorio encabezado por el alcalde Lluís Puig (ERC) en una situación muy comprometida.