El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC), ha autorizado la colocación de una pantalla gigante para seguir la final del Mundial de fútbol femenino que disputarán la Selección Española e Inglaterra este domingo, 20 de agosto. El ayuntamiento ha anunciado que levantará un streaming en el Pabellón de Vall d'Hebron --que es municipal--, con acceso libre y un aforo máximo para 2.000 personas.
En un un tuit del alcalde y en comunicado público, el gobierno municipal ha informado de que los aficionados se podrán congregar en el Centre Esportiu Municipal (CEM) Olímpics Vall d'Hebron a mediodía --el partido se disputa a las 12:00 horas hora española-- para seguir a la selección absoluta de féminas contra Inglaterra.
Aforo limitado
El Ejecutivo local ha recordado que se trata de un encuentro "histórico", pues es la primera vez que el equipo consigue llegar a la final. "La expectación es máxima", agrega el gabinete de Collboni.
El ayuntamiento informa de que el acceso será gratuito y libre, aunque limitado a 2.000 personas por "razones de seguridad". La apertura de puertas será a las 11:00 horas, una hora antes del toque inicial de balón, y no se permitirán objetos peligrosos --como envases rígidos ni botellas de cristal-- ni pirotecnia.
PP y Barcelona con la Selección lo pidieron
De este modo, el gobierno municipal de Jaume Collboni encauza las demandas de parte de la oposición municipal y de la asociación civil Barcelona con la Selección, que le habían pedido instalar un streaming gigante para la final del Mundial femenino.
Tras conocerse la noticia, desde la asociación se han felicitado por la decisión, aunque han avisado de que continuarán presionando para que también haya pantalla gigante cuando juegue la Selección masculina sus partidos decisivos.
Ada Colau se negó
Sea como fuere, la decisión del equipo de Collboni supone romper con la renuencia de los dos gobiernos anteriores de la alcaldesa Ada Colau (BComú), que rechazó en diversas ocasiones peticiones para poner pantallas gigantes en la calle o espacios municipales para seguir a La Roja.
El año pasado, Barcelona con la Selección alquiló la Sala Astoria de la capital catalana, un lugar privado, para que los fans encontraran un lugar para alentar a los suyos. Fue el colofón a años de pelea con el gobierno de Colau.