Una de las formaciones que más sufrieron la caída de votos del secesionismo en Cataluña fue, sin duda, la CUP. La formación se quedará sin representantes en el Congreso en esta legislatura, después de haber tenido dos diputados: Mireia Vehí y Albert BotranLa pérdida de cerca de 150.000 votos respecto a las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 le pasó factura.  

Su discurso radical no ha calado en el electorado, y su campaña para "plantar cara" apenas convenció a sus votantes más fieles. Así lo admitió Botran al término de la jornada electoral de este domingo: "Los resultados son malos. No hemos logrado nuestros objetivos", adujo.

"Contexto polarizado"

Un fracaso que el candidato de la CUP atribuyó, en parte, al "contexto muy polarizado entre el PSOE y el PP", más que al llamamiento a la abstención del secesionismo más radical para castigar a los tres partidos que lo representan -junto a ERC y Junts-.

Sin embargo, Botran hizo un llamamiento a sus simpatizantes recordándoles que "venimos de lejos y la mayor parte de nuestra historia hemos estado fuera de las instituciones, hoy no acaba nada", y alentándoles a "seguir en la lucha" por una Cataluña independiente, "antifascista, feminista y ecologista", según sus palabras.

Resultados

Con el 98,51% escrutado, la CUP, que se presentaba por segunda vez a unas generales, apenas obtuvo 97.529 votos en Cataluña, muy lejos de los 246.971 votos (6,37%) obtenidos en 2019.

Este declive ya se hizo patente en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, cuando a pesar de haber obtenido contra pronóstico la alcaldía de la ciudad de Girona, las candidaturas en las que participó la CUP lograron 313 ediles (133.403 votos): es decir, 21 concejales menos y 43.073 votos menos que en las municipales de 2019.

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