Los médicos no son los únicos que podrían salir a la calle para reclamar mejoras a la vuelta de verano. Las enfermeras catalanas también han amenazado a la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña con iniciar una tanda de movilizaciones en otoño si no se avanza en las demandas históricas del colectivo.
SATSE Catalunya, el sindicato mayoritario de la enfermería, ha vaticinado un "otoño caliente" con un calendario de movilizaciones que irán in crescendo si no se acuerdan mejoras tangibles para la profesión que ya se están negociando en los diversos foros de diálogo con la Administración y las patronales del sector. Tampoco descartan la posibilidad de convocar paros.
Las demandas del colectivo
Así, el sindicato insiste en encontrar respuesta a demandas como, por ejemplo, el reconocimiento del solape, aquel tiempo que el personal de enfermería dedica cada día -fuera de su jornada laboral- a pasar información clínica y de cuidados sobre los pacientes al compañero que se incorpora al siguiente turno.
En Cataluña, a diferencia de otras comunidades autónomas del país, este tiempo extra no está reconocido ni retribuido por el sistema público de salud. Según cálculos de la organización sindical, las enfermeras catalanas trabajan 80 horas gratis al año, lo que equivale a nueve días de trabajo no reconocido. "No se trata de un hecho puntual, es una práctica que tenemos que hacer diariamente y necesaria para mantener la asistencia continuada", explica a este medio el secretario de Acción Sindical de la organización, Víctor Motos.
Categoría A1
Otra de sus reclamaciones históricas es que la Administración ponga fin a lo que consideran una "injusta discriminación" hacia el colectivo de enfermeras, fisioterapeutas y comadronas por estar incluidos en el subgrupo A2 de clasificación profesional. Piden pertenecer a la categoría A a la que pertenecen médicos y otros profesionales sanitarios, sin subgrupos. Denuncian que el grupo A2 no les corresponde y que limita su desarrollo profesional.
La escalada de categoría no solo les permitiría aumentar su sueldo, sino también acceder a puestos relacionados con la gestión o dirección de centros sanitarios, grupos de investigación o docencia. Algo que, por ahora, debido a su clasificación profesional, tienen vetado.
Equiparar sectores
El sindicato también quiere fijar la mirada sobre la mesa de armonización, otro importante foro de negociación que busca equiparar las condiciones laborales de todo el sistema de salud, independientemente del prestador para el que trabajan.
En este sentido, SATSE pide que se incorporen las mejoras de manera bidireccional tanto para los trabajadores del Institut Català de la Salut (ICS) como para los de la sanidad concertada (Siscat). Critican que patronales y administraciones "no parecen tener más voluntad que la de reunirse en una serie de encuentros que no llevan a ningún sitio".
Los médicos también presionan a Salud
Si finalmente el sindicato de enfermería decide poner en marcha las protestas, estas podrían coincidir con las de los médicos, que también han amenazado con resucitar las movilizaciones en otoño si el Departamento de Salud no hace un cambio radical en su dinámica negociadora en la mesa bilateral constituida tras las jornadas de huelga convocadas el pasado mes de enero por el sindicato Metges de Catalunya.
El secretario general de la organización, Xavier Lleonart, detalló que el sindicato se ha reunido ocho veces con la consejería y aunque sí se han alcanzado algunos acuerdos, estos han quedado "desvirtuados" a la hora de llevarse a la práctica. "Reclamamos un viraje de la mesa médica para definir medidas realmente transformadoras y, si no se hace palpable un cambio en las dinámicas negociadoras, Metges de Catalunya retomará en otoño la movilización que paralizó en enero como gesto de confianza", subrayó Lleonart.
Revuelta sanitaria
La escasez de médicos, la sobrecarga de trabajo y la precariedad de las condiciones laborales situaron a Cataluña al borde de una revuelta sanitaria que estalló a finales de año. Alrededor de 25.000 médicos catalanes fueron llamados a la huelga los días 25 y 26 de enero para mejorar sus condiciones laborales.
Finalmente, el sindicato decidió desconvocar otras tres jornadas de huelga previstas después de llegar a un acuerdo con el Departamento de Salud para constituir una mesa bilateral de negociación. Los médicos lo tienen claro: si el Govern no cambia sus dinámicas negociadoras para abordar los problemas del sistema, volverán a convocar paros cuando acabe el verano.