El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha condenado por desobediencia a cuatro de los miembros que integraban la Mesa del Parlament en 2017, bajo la presidencia de Carme Forcadell, y los ha inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos electivos durante cuatro meses, así como a una multa de dos meses. Se trata de Lluís Corominas, Anna Simó, Ramona Barrufet y Lluís Guinó.
El TSJC ya los condenó en 2020 por desobedecer al Tribunal Constitucional en tanto que permitieron la votación de las llamadas leyes de desconexión del 2017. Por aquellos hechos, la justicia les impuso 20 meses de inhabilitación y multa de 30.000 euros. Sin embargo, el Tribunal Supremo ordenó, dos años después, la repetición del proceso al considerar que los tres magistrados vulneraron el principio de imparcialidad al pronunciarse antes de dictar sentencia.
Inhabilitación especial
Ahora, la sala falla de nuevo contra Corominas, Simó, Barrufet y Guinó como autores de un delito de desobediencia, y les impone penas de multa de dos meses, con una cuota diaria de 20 euros (1.200 euros), e inhabilitación especial para el ejercicio de cargos electivos por tiempo de cuatro meses.
Asimismo, condena a los acusados al pago de costas (una cuarta parte cada uno), mientras que para el cumplimiento de la inhabilitación considera "el tiempo sufrido de privación del derecho de poder concurrir a procesos electorales". Es decir, que puede que ya la hayan cumplido cuando la sentencia sea firme.
Simó, contra Llarena "Se demuestra su inquina
Tras el fallo, Simó (ERC) ha considerado que no se les debió juzgar porque eran "inviolables", algo que seguirá defendiendo. "Cumplimos el reglamento del Parlament, pero hemos insistido y conseguimos que se repitiera el juicio. Se demuestra la inquina de (Pablo) Llarena, a punto de hacernos entrar en prisión preventiva", ha destacado en Twitter recogido por Europa Press.
Por su parte, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha lamentado la condena, que ha calificado de "un ejemplo más de cómo la represión se ensaña contra los demócratas". "Continuaremos trabajando para que la represión no exista ni tenga instrumentos", ha dicho Junqueras, que puesto en valor la derogación de la sedición y la modificación de la malversación que negoció su partido en el Congreso de los Diputados.
Para Òmnium Cultural, esta sentencia supone "condenar el debate, la palabra y los derechos de toda la ciudadanía".
Forcadell: "Maltrato y represión"
En el momento de la repetición del juicio, que tuvo lugar el pasado 14 de marzo, Forcadell expresó que sus compañeros eran víctimas de "maltrato" y "represión". Según ella, "el único delito que cometieron fue defender la soberanía del Parlament y del pueblo de Cataluña, así como la libertad de expresión y el derecho de iniciativa de los diputados y diputadas".
"Continuaremos defendiendo la soberanía del Parlament. El único límite para la libertad de expresión debe ser el respeto a los derechos humanos, porque si no se entra en la censura y el Parlament ya no sería democrático", ha denunciado.