Carpetazo definitivo al procés. El independentismo ha acudido a las urnas este 28M completamente desmovilizado, mientras que el PSC se consolida en el área metropolitana de Barcelona y en grandes capitales. El avance de PP, Vox y la extrema derecha secesionista apuntalan un giro conservador en Cataluña, con Xavier Trias ganador en Barcelona. El eje izquierda-derecha desplaza al identitario.

Resultado de las elecciones municipales en Cataluña CG

El PSC exhibió músculo municipalista durante esta campaña y los resultados han demostrado que no iban de farol. No solo ha retenido las grandes ciudades metropolitanas –L’Hospitalet de Llobregat, Sabadell, Santa Coloma de Gramenet…-- sino que avanza en grandes capitales como Girona, Tarragona y Lleida. Ha sido la formación más votada, con más de 712.000 votos. Los socialistas no han logrado vencer en la ciudad de Barcelona, donde han quedado en segunda posición por detrás de Trias, candidato de Junts per Catalunya. Una formación que, con 551.000 votos ha dado el sorpasso a ERC, que se queda con 518.878 votos. Muy lejos de los 800.000 que la situó en primera posición en 2019.

Giro conservador

El 28M deja un giro conservador que se ha hecho extensivo a otros territorios donde ha ganado el PP –Badalona y Castelldefels—o ha registrado aumento de votos importante –también en la Ciudad Condal--, mientras que Vox ha logrado representación en las cuatro capitales de provincia. Incluso la extrema derecha secesionista ha logrado alcaldías, como la de Manresa o la de Ripoll. Lo han hecho ocupando el espacio que ha dejado Ciudadanos, que se hunde definitivamente en Cataluña.

Por el contrario, los partidos independentistas han acusado los llamamientos de los sectores más radicales a no votar en estas elecciones a modo de protesta por la renuncia a implementar el mandato del 1-O, esto es, a avanzar en la secesión de forma unilateral. ERC es la gran “traidora” por optar por el diálogo con el “Estado represor”, mientras que Junts per Catalunya, lastrado por sus divisiones internas y sus débiles liderazgos, ha presentado a un candidato moderado como Xavier Trias.

Trias marca el paso a Junts

El ganador en Barcelona marca el relato de su partido, liberado del lastre radical de sus actuales líderes, Laura Borràs y Jordi Turull. Una nueva catarsis neoconvergente, que sigue la línea de Esquerra, pero también el dictado del electorado catalán, harto de la confrontación.

Por su parte, la CUP ha ofrecido su perfil más antisistema para pescar votos en el caladero de los comunes, que había dedicado todos sus esfuerzos a apoyar a Colau, mientras que en el resto de Cataluña, se mantienen o retroceden.

De hecho, apenas se ha hablado de separatismo en esta campaña, algo que no ocurría desde que comenzó el procés. El eje izquierda-derecha se ha impuesto en los mensajes. Ello ha sido muy evidente en Junts, que ha acentuado su relato más conservador, pero también en Esquerra, en cuyos mítines no abundaban precisamente las estelades.

¿Primera vuelta de las autonómicas? 

Extrapolar los datos de unas municipales siempre es arriesgado, pero todos los partidos catalanes han analizado los resultados como una primera vuelta de las elecciones autonómicas, esto es, como un cambio en el panorama político catalán que dar capetazo definitivo al procés.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián EUROPA PRESS

Oficialmente tocan en 2025 y se hace difícil pensar que un gobierno en minoría como el que ahora preside Pere Aragonès pueda aguantar, sobre todo después de los resultados del 28M, donde ERC no solo ha retrocedido, sino que no ha logrado penetrar en el área metropolitana de Barcelona, que es donde se juegan todas las elecciones.

La marca PSC

La operación Rufián, consistente en presentar al portavoz de ERC en el Congreso como alcaldable de Santa Coloma de Gramenet, ha sido un fracaso. Ha sido la tónica en la conurbación barcelonesa, lo que impedirá a los republicanos gobernar la Diputación de Barcelona, muy cotizada.

Por su parte, PSC ha consolidado su marca. También a Salvador Illa como alternativa de gobierno en las próximas catalanas. Collboni podría haber afianzado ese inicio del cambio, en el que Moncloa tendrá mucho que decir en función de sus intereses de cara a las elecciones generales, esto es, si se abre la puerta a repetir en Cataluña la alianza entre socialistas, podemitas y republicanos que han permitido a Pedro Sánchez gobernar.

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