Andrea Rodés Joaquín Romero

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'Lo que me gusta de Manu Reyes', por Andrea Rodés

Me gusta que Manu Reyes sea un hombre formado, con varios títulos bajo el brazo:  estudió Ingeniería en Telecomunicaciones, la diplomatura en ciencias empresariales y las carreras de ADE y Derecho por la UOC. Además hizo un máster en asesoría fiscal y dirección tributaria en la Escuela de Administración de Empresas. Me hace pensar en mis profesoras de prácticas de Derecho Fiscal de la universidad —la mayoría trabajaban en empresas de auditoría— a las que todos temíamos de lo guapas y listas que eran. 

Me gusta que mientras estudiaba trabajase de cajero de un supermercado, y también, de celador y administrativo en un hospital público. Sabe moverse en distintas realidades sociales.

Me gusta que su lema de campaña y cuenta en las redes sociales se llame @manualcalde, muy marketiniano. Me gusta que vuelva a presentarse a las municipales a pesar del riesgo de que se repita un ‘todos contra Manu’, un pacto de toda la oposición que hace cuatro años le impidió ser alcalde a pesar de haber ganado las elecciones con holgura.

Me gusta que haga running y publique en Instagram una información de elevado interés para sus votantes, como el resultado de su última carrera: 6,6 km en 41:13min, con un ritmo medio de 6:14 min por km.

Me gusta que tenga nostalgia de los 90 y su Instagram también le sirva para publicar una foto de su antiguo radiocassete Sanyo. “Removiendo el baúl de los recuerdos…Quién no se acuerda de las cintas de música y el radiocasete”, escribe. Seguro que también guarda los walkman.

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'Lo que no me gusta de Manu Reyes', por Joaquín Romero

Manu Reyes tiene el mérito, junto a Xavier García Albiol, de haber sido alcalde del PP en una ciudad del Área Metropolitana de Barcelona. Castelldefels tiene casi 70.000 habitantes y es residencia de gentes de renta muy elevada, no solo deportistas sino profesionales de todo tipo. Y también se puede poner otra medalla: ha ganado las elecciones municipales de 2011, 2015 y 2019, aunque en las dos últimas los pactos le impidieron hacerse con la vara de mando.

Dado que el PSC se ha sumado a esos acuerdos, Reyes está solo en el bloque constitucionalista. Es lógico que haya incorporado a dos cargos de Cs a su lista, aunque su apelación a los votantes de Vox no me ha gustado. Dice que si en 2019 los 271 vecinos que “tiraron” sus votos al apoyar a los ultras se hubieran puesto de su lado, habría obtenido mayoría absoluta, de la que se quedó a 92 papeletas.

Creo que después de ese razonamiento no puede calificar de pactos contra natura las alianzas del socialismo local.

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