Me gusta / No me gusta... Agnès Lladó
Andrea Rodés y Joaquín Romero comentan el perfil político de la alcaldesa de Figueres y candidata de ERC que aspira a repetir
14 mayo, 2023 00:00'Lo que me gusta de Agnès Lladó', por Andrea Rodés
Me gusta la frase que Agnès Lladó (Figueres, 1979) tiene en la cabecera de su Twitter: “Quan dius el que penses, fas un pas endavant per ser lliure” (“Cuando dices lo que piensas, das un paso adelante para ser libre”). Me apetece llamarla por teléfono y preguntarle cómo le ha ido aplicándola en la vida real. Porque a mí me ha costado unas cuantas broncas y la etiqueta de “impertinente”.
Me gusta que juegue a fútbol con el Unió Esportiva Figueres y se vaya a cenar con las chicas del equipo. “Son guerreras, valientes, decididas, comprometidas, divertidas y forman un magnífico equipo. ¡Qué orgullo, compañeras!” Nos vemos en el próximo partido en el estadio”, escribe en su Instagram.
Me gusta que se muestre como una mujer entrañable y cercana, sobre todo con los jóvenes. Además, desde enero “tiene una nueva compañera de viaje”, su perra Duna, que ya está en Instagram. “Me la como de lo guapa y simpática que es #duna #mascotes #familia”.
'Lo que no me gusta de Agnès Lladó', por Joaquín Romero
Si yo fuera de Figueres, me sentiría defraudado por la gestión del cuatripartito que en 2019 se hizo con la alcaldía --con Agnès Lladó a la cabeza-- y dejó a los neoconvergentes en la oposición pese a haber ganado las elecciones. Una coalición de izquierdas --ERC, PSC, Guayem Figueres y Canviem Figueres-- cuya primera decisión fue aprobar la dedicación remunerada de más políticos electos y de más asesores.
También municipalizó la recogida de basuras, que acabó en otra huelga este año --como las de 2020 y de 2016-- por la discriminación salarial de los funcionarios frente a los que procedían de la empresa que tenía la contrata. El típico ensayo de políticas podemitas que fracasa cuando la Administración de turno que carece de capacitados ni conoce el negocio.
Aunque pueda parecer lo contrario por sus proclamas antimonárquicas o por las pancartas que cuelga del balcón consistorial, Lladó es una mujer de orden: reclama un ARRO de los Mossos d’Esquadra propio por si tiene que dar una respuesta “rápida” a cualquier incidente.