Los 'espías' del catalán atacan ahora a la justicia francesa por el uso de la lengua en los plenos

Esta vez le ha tocado a la justicia francesa. Plataforma per la Llengua, entidad conocida como los espías del catalán, ha cargado contra el Tribunal Administrativo de Montpellier (Francia) por no permitir el uso de esa lengua en los plenos municipales de los ayuntamientos de Elna, Portvendres, Tarerac, Banys d'Arles i Palaldà y Sant Andreu de Sureda.

La justicia ha decidido anular las deliberaciones de dichos plenos que modificaban los reglamentos internos para permitir el uso del catalán, con traducción consecutiva al francés, al considerar que son contrarias a los artículos uno y dos de la Constitución francesa porque vulnera la primacia del francés. 

El catalán, "relegado a un uso secundario"

Por eso, la autodenominada ONG del catalán ha cargado contra la sentencia, que "hará que sea relegado a un uso secundario y las futuras modificaciones normativas solo permitan el uso por parte de los electos como traducción del francés", expresan en un comunicado. 

Plataforma per la Llengua carga contra la justicia francesa / TWITTER

Para Plataforma per la Llengua, la sentencia del tribunal representa "un ataque institucional" hacia el catalán, y tilda a la justicia francesa de "supremacista y centralista" y totalmente contraria a los preceptos de respeto y promoción de las lenguas regionales o minoritarias que recoge la normativa internacional". 

Campañas excluyentes

De esta forma, la entidad sigue con su obsesión por arrinconar el castellano y potenciar el catalán a toda costa. No es ninguna sorpresa que sus campañas a favor de la lengua van en sintonía con las del gobierno de la Generalitat, que al mismo tiempo que respalda y asume parte de sus planteamientos, lleva años regándola con subvenciones. En los últimos cinco años le ha concendido más de tres millones de euros, que se suman a los 516.000 que le otorga este 2023.

Las campañas en cuestión ponen en evidencia el carácter excluyente de la autodenominada ONG del catalán. En ellas se han visto, por ejemplo, su afán delatorio, mediante el señalamiento público de establecimientos, instituciones o empresas por razones lingüísticas, o el fomento de las quejas y denuncias por el mismo motivo. Ni tampoco su fijación de que los niños y adolescentes se habitúen a hablar e interactuar sólo en catalán --planteando para ello sugerencias a las familias y las escuelas en sus "guías"--, así como acabar, en definitiva, con el bilingüismo habitual y mayoritario de la ciudadanía catalana: hasta el punto de pedir que los catalanohablantes no cambien nunca de idioma. Y todo ello, acompañado con manifiestos y recogidas de firmas, a través de los cuales obtiene datos de sus simpatizantes en cuestionarios como en las diez que narramos a continuación.