Dos manifestantes independentistas se han librado de entrar en prisión tras admitir su participación en los disturbios por la sentencia del referéndum ilegal del 1-O, el 15 de octubre de 2019.
Ambos, acusados de atacar a varios Mossos, golpeándoles y lanzándoles piedras y una valla, iban a ser juzgados este miércoles en la Audiencia Provincial de Barcelona.
Se libran del juicio
Los dos acusados participaron activamente en una manifestación en la calle Mallorca de Barcelona, en contra de la sentencia del Supremo, que condenaba a los líderes del procés por haber organizado el 1-O. Así, reconocen estar entre las personas que se descolgaron de la columna principal de la protesta para agredir a los Mossos que custodiaban la delegación del Gobierno en Cataluña.
Ambos se han declarado culpables de agredir a los agentes, a cambio de no entrar en prisión. Para eso, han aceptado llegar a un acuerdo con la fiscalía para que rebaje las penas solicitadas inicialmente para ambos y librarse del juicio.
Pide perdón
Uno de los acusados, Marc L, ha reconocido que empujó a los policías, forcejeó con uno de ellos, que quiso reducirle y que retorció los dedos al mencionado agente con la intención de quitarle el escudo. Después, agredió a otro policía que vino a ayudar a su compañero, “levantándole el casco y golpeándole en la cara”.
Los siete años de cárcel que pedía la fiscalía para él, se ha quedado en dos años y cuatro meses, por lo que al no tener antecedentes penales, se libra de pisar la cárcel. Además, la fiscalía ha valorado de forma positiva que haya participado en un encuentro de justicia restaurativa con los Mossos, a quienes, incluso, ha pedido perdón.
Una mujer se niega a pactar
Joan C., el otro acusado, ha admitido haber cargado contra varios agentes a cara cubierta y lanzado una valla de seguridad contra uno de ellos, que recibió el impacto. En su caso, la pena se ha reducido de los dos años y siete meses de cárcel de la petición inicial, a una pena definitiva de nueve meses, que también le ha sido suspendida en el mismo sentido que a Marc L.
Quien no ha admitido el pacto con la fiscalía ha sido Andrea P., una tercera persona a la que se le imputa haber lanzado piedras contra un agente y haberle golpeado en la rodilla en la misma manifestación. Ella prefiere sentarse en el banquilo, por lo que afrontará una petición de pena de cuatro años y nueve meses de cárcel, por delitos de desórdenes públicos y atentado a agentes de la autoridad.