“Todos somos referentes lingüísticos. ¡No te excuses!”. Así reza el imperativo lema de una campaña dirigida a profesores, monitores y familias de Cataluña para que hablen “siempre en catalán” a los niños, tanto dentro y fuera de clase como en su tiempo de recreo y ocio. Con ese objetivo, cuatro entidades nacionalistas --Plataforma per la Llengua, el sindicato educativo mayoritario de la autonomía Ustec-Stes, el minoritario Intersindical y el estudiantil SEPC-- han elaborado tres guías que van en la línea del afán de la Consejería de Educación de la Generalitat de erradicar el castellano como lengua también vehicular y de comunicación en las escuelas, a pesar de su cooficialidad.
"Hay que predicar con el ejemplo: habla siempre en catalán con los niños y jóvenes, así como con los demás monitores, jefes o compañeros de trabajo. De esta forma, los niños normalizarán la lengua como un elemento socializador y podrán practicarla de forma inmersiva contigo. Además, ten en cuenta que, si cambias al castellano cuando otra persona se dirige a ti, ellos también lo harán", alertan. Algo, esto último, que preocupa sobremanera a los impulsores de las guías, a quienes les parece reprobable que “los catalanohablantes, de manera mayoritaria, tienden a cambiar de lengua cuando alguien les habla en castellano”. Obviando que este hábito de cortesía también se da a la inversa, y con plena naturalidad, en una sociedad bilingüe como la catalana.
“Una manera de concebir el mundo”
Las entidades en cuestión echan mano del habitual argumentario alarmista sobre el supuesto “retroceso” del uso social del catalán, “especialmente preocupante entre niños y adolescentes, que lo ven como una lengua académica, alejada del mundo del ocio y las relaciones personales”, según sus palabras. Y con ese pretexto imparten instrucciones al profesorado y a los monitores con el fin de excluir el castellano de forma definitiva en todos los ámbitos de los centros educativos de Cataluña.
“El catalán es una herramienta de cohesión social que garantiza la igualdad de oportunidades, es un elemento central de la cultura catalana y es una manera de concebir el mundo. Asegúrate de que transmites estos valores", instan las cuatro entidades nacionalistas, asociando dicho idioma con “el compañerismo, el trabajo en equipo, la cooperación y la solidaridad”.
Fomento de las delaciones lingüísticas
Curiosamente, esos valores se contradicen con su rechazo a la diversidad que implica el bilingüismo, al uso de a la lengua castellana, y también con el afán delatorio de las instrucciones que estas mismas entidades dan para “velar” por el monolingüismo obligatorio en catalán en las escuelas: “Haz un seguimiento de la aplicación de la inmersión lingüística en el centro con el apoyo de la inspección educativa", que en Cataluña está en manos de la propia Generalitat. "El equipo directivo también tiene que velar para que se cumplan las funciones del coordinador lingüístico”, dice la guía dirigida al profesorado de Cataluña. Y no solo eso, pues además reclaman que “estrategias” como estas se reflejen en los llamados “proyectos lingüísticos de los centros”.
Otra de la sugerencias en estos manuales es la creación de lo que llaman "espacios lingüísticos seguros". Y estas son sus instrucciones a los docentes al respecto: "Genera situaciones en las que los alumnos utilicen el catalán entre ellos, así se acostumbrarán a hablarlo y a relacionarse con él". En este sentido, alientan a "analizar el perfil sociolingüístico del grupo” y a “conocer las lenguas que hablan los niños y jóvenes y qué usos hacen para poder tener una buena radiografía sociolingüística del grupo y planificar una intervención educativa adecuada".
Todo en catalán: también cine, música, videojuegos...
El adoctrinamiento lingüístico de los menores, para Plataforma per la Llengua y los sindicatos nacionalistas, debe ir incluso más allá de los centros educativos, pues también instan a inculcar a los menores “referentes culturales de aquellos temas que les gustan”. Entre ellos, por ejemplo, en los “videojuegos, moda, retos, ciencia, etcétera”.
El control en este punto llega al extremo de sugerir al profesorado que configure “en catalán el sistema operativo de los ordenadores, tablets y dispositivos electrónicos, como también los programas y las aplicaciones” que utilicen los alumnos.
Los autores de estas guías también exigen "asegurar que la comunicación externa es en catalán". "Si veis películas, cantáis canciones o preparáis ejes de animación, intentad que la lengua vehicular sea el catalán. Del mismo modo, cuando editéis carteles, rótulos, notas informativas, web, redes sociales, etc., publicad el contenido como mínimo en catalán. La relación con los demás agentes del barrio también es importante que sea en esta lengua, así como la comunicación con las familias, vengan de donde vengan; según las encuestas, un 95% de la población entiende el catalán. ¡No hay excusa!", sostienen.
"¿Por qué tienes que ceder tú?"
El trasfondo hispanófobo de las instrucciones de Plataforma per la Llengua, Ustec, Intersindical y SEPC se refleja en reflexiones como esta, incluida en la guía dirigida a los monitores: “Si tú eres catalanohablante y él es castellanohablante, ¿por qué tienes que ceder tú, si la lengua que se utiliza por defecto en el entrenamiento, el cau [boy-scouts] o en la entidad es el catalán? Y si la suya no es el castellano, sino el amazig, ¿por qué eliges el castellano?”, se preguntan, silenciando una vez más el hecho de que esta última es también oficial en la autonomía.
Instrucciones muy similares a las citadas hasta ahora aparecen también en una tercera guía, dirigida en exclusiva a las familias para dictarles qué deben hacer en su vida privada. En la misma se insiste en no dejar de hablar nunca en catalán ni "por el aspecto físico de tu interlocutor" (sic). Y, para ilustrarlo, señalan como ejemplo que "las personas llegadas de Marruecos no hablan castelano en su país, sino árabe o marroquí (o dharija), amazig y probablemente francés".
"Fíjate en qué lengua hablan tus hijos"
En su afán por entrometerse y modificar los hábitos privados de las familias para evitar que hablen en castellano, los espías del catalán y los sindicatos nacionalistas instan incluso a los padres a "observar los hábitos de tus hijos: fíjate en qué lengua habla tu hijo con los desconocidos, con los amigos e incluso con sus propios hermanos. Si observas alguna anomalía, piensa qué puedes hacer", llegan a decir, dando a entender con ello que el castellano es algo "anómalo".
En este sentido, cabe recordar que Plataforma per la Llengua --célebre por sus campañas de señalamiento y delación lingüística en todos los ámbitos de la sociedad catalana, así como por espiar la lengua que hablan los niños en los patios de las escuelas-- lleva años recibiendo cuantiosas subvenciones de la Generalitat, de ayuntamientos y de otras Administraciones públicas, tanto de Cataluña como de Valencia y Baleares. En el caso del Govern catalán, por ejemplo, los presupuestos de 2023 pactados por ERC, PSC y En Comú Podem prevén destinarle 516.000 euros de dinero público, o lo que es lo mismo, 4.000 más que los 512.000 del año anterior. En 2021, le asignó la friolera de 640.000, y en 2020, en plena crisis sanitaria y económica del coronavirus, el Ejecutivo secesionista le concedió 760.000 euros, la mayor cifra registrada hasta la fecha. El año anterior, fueron 535.000. O lo que es lo mismo: tan sólo en el último lustro esta entidad se ha embolsado unos tres millones de euros públicos gracias a la Generalitat.
Ustec: nacionalismo y rechazo al bilingüismo
Por lo que respecta al sindicato Ustec-Stes --fundado a finales de los 90, y ahora mayoritario entre el profesorado de Cataluña--, su activismo nacionalista y en contra de la presencia del castellano en las escuelas va todavía más lejos que el de los propios dirigentes de la Generalitat de Cataluña, como se evidencia en algunos de sus últimos comunicados, en los que tildan de "incompetente" a la Consejería de Educación por no ser, a su juicio, lo bastante contundente para imponer el monolingüismo en catalán.
"La posibilidad de adaptación de cada proyecto lingüístico de centro a su realidad sociolingüística implica que el castellano pueda ganar presencia en muchas escuelas", se alarmaba este sindicato nacionalista en un escrito el pasado 16 de noviembre, en el cual tildaba de "pacto contra la inmersión lingüística" el acuerdo firmado para reafirmarla entre ERC, JxCat y el PSC.
El 25% de español, "infame 'cruzada' contra el catalán"
"Por este motivo, ahora más que nunca hay que defender la escuela en catalán y la inmersión lingüística ante la agresión que sufre nuestra lengua por parte de la justicia que impone el castellano en las escuelas", afirmaba Ustec-Stes en dicha nota, en alusión a la sentencia firme del TSJC sobre la aplicación de al menos un 25% de las clases en castellano en Cataluña.
"Es necesario un pacto de país que obligue a la justicia y a las fuerzas contrarias a nuestra lengua a retroceder en su infame 'cruzada' contra el catalán", añadía el sindicato mayoritario del profesorado catalán en su escrito de hace tres meses, expresando así su rotundo rechazo al bilingüismo en las escuelas, y animando a "la comunidad escolar, docentes, familias y alumnos a luchar cada uno desde su ámbito y su función, para la defensa del catalán y la promoción de su uso como lengua vehicular y propia de nuestro país".