PP, Unidas Podemos, Ciudadanos y PACMA han cambiado sus logos ante un ciclo electoral en el que la figura del candidato va a cobrar cada vez más peso, relegando las siglas del partido. Estas y otras tendencias son analizadas por Javier Velilla, CEO junto a Olga Llopis de Comuniza, agencia de branding y consultora especializada en marca e innovación. De hecho, las elecciones municipales en Cataluña ya apuntan en esa dirección, con cabezas de lista como Xavier Trias (Junts per Catalunya) y Xavier García Albiol (PP) que han arrancado la precampaña sin las siglas de sus respectivas formaciones. ¿Se extenderá el ejemplo?
De momento, los partidos han optado por renovar sus logos. A juicio de Velilla, uno de los cambios más significativos ha sido el del PP, "que ha simplificado su logotipo en azul y sin dos elementos que han estado presentes hasta ahora: la bandera española y la palabra populares". Recuerda que los colores rojo y el amarillo de la bandera española se añadieron en 2019 en forma de corazón. Alberto Núñez Feijóo asumió el liderazgo del partido con un cambio de identidad visual.
Alejarse de Vox
“Probablemente este rediseño busca una gráfica más consistente y ordenada, que no utilice una simbología especialmente utilizada por el partido Vox. Por eso, la paleta de color se limita a blanco y azul. Incluso, el color azul gana en oscuridad, lo que seguramente ayuda en la aplicación visual en cualquier soporte de comunicación”, explica el CEO de Comuniza, con más de 20 años de experiencia.
En este sentido, ¿existe el logo perfecto? “Tiene que ser simple y fácilmente reconocible. El objetivo es identificar al partido, por eso se suelen hacer pocos cambios, porque si no, el votante se despista. En este sentido, Ciudadanos (Cs) es una rara avis”, afirma Velilla.
En efecto, Cs ha hecho cambios sustanciales en su identidad, que analiza Comuniza: nueva paleta de color (ampliada con un nuevo verde oliva oscuro de fondo), nuevo símbolo (con un giro sustancial en los rasgos formales que se apoya en una C en semicírculo radial), nuevo set tipográfico y nuevo lenguaje. “La sorpresa fue que mantuvo el mismo nombre, pese a las especulaciones y al registro de marca de otros candidatos. Probablemente fue porque los estatutos del partido permiten modificar el logo por parte del comité nacional del partido, pero no la denominación”, explican los consultores.
Otra sorpresa, a su juicio, ha sido la elección de los colores “porque han elegido una paleta que recuerda a la UCD de Suárez en tiempos de la transición española y han descartado el azul y fucsia propio de los liberales europeos. Esos dos colores fueron los utilizados por el equipo de refundación”.
La influencia de EEUU
Unidas Podemos, por su parte, también ha transformado su identidad visual, especialmente en dos frentes: la paleta de color y el símbolo. “Es muy significativo el cambio en el primer elemento, pues el color era seña de identidad del partido hasta el punto de que nos consta que hay empresas que prefieren no usar esta paleta en sus diseños. Del anterior morado se mueven a un tono más claro y cercano al violeta que aspira a ser más digital, vivo, luminoso y amable. El símbolo o isotipo también cambia: los tres círculos superpuestos de la anterior composición ahora quedan transformados en un punto. La nueva identidad es más rotunda y simple. El propio partido declaró que la nueva gráfica transmite la dimensión institucional de un partido que está en el Gobierno”.
Tipográficamente el logotipo de Podemos tiene dos cambios: el texto se escribe en minúsculas y abandona una tipografía muy utilizada en muchas marcas políticas y comerciales: la Gotham. Basta recordar que fue la tipografía principal del Yes We Can de Obama hace ya unos años, y desde entonces dio la vuelta al mundo”.
Al respecto, Velilla considera que Estados Unidos sigue siendo el país que, en materia de branded político, marca tendencia. El color, la tipografía, el tipo de mensaje… “Los logotipos de los partidos americanos son muy parecidos, predomina el blanco, el azul y el rojo, así como las barras y estrellas. Y eso ocurre porque nadie quiere partidos extremos y porque la política es muy presidencialista”, indica el CEO de Comuniza.
Las precampaña en Cataluña
Esa estrategia, la del candidato que está por encima de las siglas, es una tendencia creciente en el ciclo electoral español. “Lo vamos a ver en las elecciones municipales. La marca personal tiene más peso. El candidato se come el logotipo. Recordemos que en las elecciones europeas de 2014, la cara de Pablo Iglesias aparecía en las papeletas electorales”, afirma.
En efecto, Xavier Trias, alcaldable de Junts por Barcelona, ha arrancado su precampaña escondiendo las siglas de su partido. Lo mismo que Xavier García Albiol, candidato del PP al Ayuntamiento de Badalona. “Trias fuerza mucho la fotografía, como si el alcalde fuera él”, subraya Velilla.
Rediseño de PACMA
También se ha rediseñado el logo de PACMA, que cambia incluso de nombre. Antes era el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, y ahora cambia de denominación a Partido Animalista Con el Medio Ambiente.
“El nuevo nombre del partido animalista lleva implícito un giro también en el posicionamiento; ahora más abierto y centrado en el medio ambiente, buscando la captación de votos de una audiencia más amplia”, analizan los consultores, quienes consideran muy significativo el uso de la preposición en positivo: “Contra (que indica oposición o enfrentamiento) cambia por la preposición con, medio (que denota modo o instrumento que sirve para hacer algo). También el concepto de Medio Ambiente es más amplio que Maltrato Animal. Pese a este cambio, destaca que la figura del toro que mira hacia un pajarillo en el cielo permanece, aunque con nuevo diseño menos infantil. El tono de verde evoluciona con un uso más digital”.