Quedan muy lejos las imágenes de los políticos independentistas acudiendo en masa al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Este viernes, la presidenta de Junts, Laura Borràs, se sentará en el banquillo por presunta corrupción cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) y acudirá acompañada, únicamente, por sus compañeros de partido. Ni ERC ni la CUP la arroparán a su llegada al considerar que no está vinculado al 1-O, sino a su mala praxis.
La diputada de los antisistema en el Parlament, Eulàlia Reguant, ha asegurado que el caso Borràs “se ha magnificado por ser quien es, pero tiene un origen no vinculado al ejercicio de la autodeterminación porque está vinculado a unas supuestas malas prácticas”.
"Nada que ver con la represión del Estado"
En una entrevista en Cafè d’idees de Ràdio 4 y La 2, la cupaire ha recordado que la causa “no tiene nada que ver con la represión del Estado”, y cree que se hace un flaco favor cuando se intentan mezclar ambas cuestiones. De hecho, la propia Borràs ha reconocido en otra entrevista en Els Matins de TV3 que no se trata de un caso vinculado al 1-O, sino que es una estrategia que consiste en utilizar motivos judiciales para apartarla políticamente.
"Es un proceso largo, de desgaste, una voluntad de apartar por la vía judicial una trayectoria de carácter político por lo que representa la opción que yo mantengo con determinación, que es el independentismo", ha agregado.
Borràs, "triste y decepcionada" con ERC
Asimismo, ha acusado a ERC de haber “vulnerado” su presunción de inocencia y de haberla juzgado ya al haberla dejado tirada rechazando acompañarla este viernes al TSJC. En este sentido, ha asegurado sentirse “triste y decepcionada” con quienes fueron sus socios de gobierno.
Sea como sea, este viernes Borràs se sentará en el banquillo del TSJC, acusada por los delitos de prevaricación y falsedad documental que presuntamente cometió cuando estaba al frente de la ILC.