El Gobierno no ve un desplante que Aragonès se haya ausentado durante los himnos nacionales

El Gobierno no cree que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, le haya hecho un desplante al ausentarse en los himnos nacionales que han dado inicio a la cumbre entre el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el de la República Francesa, Emmanuel Macron, en Barcelona. 

De hecho, fuentes del Ejecutivo restan importancia a que el republicano se haya marchado tras recibir y saludar a los mandatarios al considerar que lo importante es que haya estado al inicio del acto. 

"El conflicto político no ha acabado"

Este jueves el Museo de Arte Nacional de Cataluña (MNAC) se ha convertido en el epicentro de la alta política internacional. Sobre las 10.35 horas, Aragonès ha dado la bienvenida a Pedro Sánchez y al presidente francés, que minutos más tarde se reunirían en la XXVII cumbre bilateral para tratar cuestiones que sellarán las buenas relaciones entre ambos países firmando un Tratado de Amistad.

Tras la llegada del jefe del Gobierno, Aragonès ha aprovechado para trasladarle los puntos que considera que son importantes para "los intereses de los catalanes". Entre ellos, el Corredor Mediterráneo, el catalán, la apertura de los pasos transfronterizos o el Hospital de la Cerdanya, entre otros. 

Pero también le ha advertido de que el procés no ha acabado, tal y como aseguró el Ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. De hecho, en la comparecencia que ha dado más tarde desde el Palau de la Generalitat ha manifestado que "el conflicto político continúa, no porque nosotros queramos, sino porque las autoridades del Estado español, se niegan a dar una respuesta democrática que pasa por un referéndum". 

Unos segundos de conversación con Macron

Por otro lado, el presidente autonómico también ha tenido la oportunidad de intercambiar unas palabras, aprovechando el saludo protocolario, con el dirigente francés. En su conversación con Macron, que ha durado pocos segundos, le ha trasladado que Cataluña "quiere ser un socio europeo". 

Ante lo ocurrido, fuentes de Moncloa han expresado que ya sabían que Aragonès se ausentaría en los himnos nacionales, por lo que no les ha sorprendido ni lo consideran un desplante. Además, han insistido en que la relación entre ambos es cordial, cercana y respetuosa.