Los más de 6.000 manifestantes independentistas que se han dado cita en la avenida de María Cristina de Barcelona para protestar en señal de repulsa por la celebración de la cumbre hispano-francesa han elevado el tono con la llegada del presidente francés Emmanuel Macron, al que han recibido con una sonora pitada.
Lo han hecho coincidiendo con la entrada del mandatario francés, a las 10.30, en el MNAC, después de la lectura del manifiesto y de la comparecencia de los líderes independentistas. Cabe recordar que Oriol Junqueras abandonó la concrentración tras atender a los medios entre gritos de fuera traidores.
Los mossos se preparan
Durante la ensordecedora pitada se han escuchado también petardos en la plaza de la Fuente Mágica de Montjuïc, en la que Arran, los cachorros de la CUP, han coreado guerra guerra, guerra per la terra y caña caña, caña contra España frente al cordón policial de Mossos d'Esquadra, que blindan el edificio.
La Brigada Móvil, una de las 12 unidades de la policía catalana que velan por la seguridad de la cumbre, se han preparado para cargar, pero por el momento la protesta se desarrolla sin incidentes. Algunos de los jóvenes, que se han cubierto el rostro, han gritado fuera fuerzas de ocupación.