Es la otra gran tapada en la cumbre hispanofrancesa que los gobiernos nacional y francés celebran hoy en Barcelona. Ada Colau, alcaldesa de la Ciudad Condal, ha quedado orillada por protocolo en el encuentro que ha atraído al presidente francés, Emmanuel Macron, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Lo explican fuentes protocolarias de la cumbre, que destacan la "incomodidad" de Colau en los compases previos al encuentro al más alto nivel. "La primera edil ha tenido que acudir porque el evento se celebra en su ciudad, pero mostraba una "actitud molesta", explican estas voces.
El peso político, "arriba"
Como ha ocurrido con Pere Aragonès, presidente catalán, la munícipe ha quedado relegada a un segundo plano ante el peso institucional de los dos gobiernos nacionales.
"La representante pública ha dado la bienvenida al resto de autoridades, pero después ha quedado orillada cuando se han interpretado los himnos nacionales", destacan.
Colau, afín a Hidalgo
Tenga o no relación, los proyectos políticos se han colado en el encuentro institucional. Aragonès ha plantado a los dos presidentes cuando han sonado los himnos para mostrar su propia agenda para la cimera.
Por su parte, Colau ha seguido el protocolo a pies juntillas y después, se ha marchado. Cabe recordar que la alcaldesa de Barcelona mantiene una muy buena relación con Anne Hidalgo, la alcaldesa de París del Partido Socialista (PS), por lo que su relación con Macron (Renacimiento) es cordial, pero fría.
Protestas
El contacto oficial celebrado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) ha estado marcado también por algunas protestas independentistas en el exterior del museo.
Cerca de 6.500 secesionistas se han congregado al pie de la montaña de Montjuïc, sede del Museo, para pedir la independencia de Cataluña y la amnistía.