Educación se plantea habilitar colegios de primaria ante la falta de plazas de guardería: "Un error"

De momento, el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, se abre a estudiarlo, tal y como dijo en una entrevista en Els Matins de TV3: "Nosotros no nos cerramos a ninguna posibilidad. Todas las opciones que haya para incrementar las plazas, las haremos". Algo que lamenta Baqués, que asegura que en las distintas reuniones mantenidas con la patronal el consejero rechazó la idea.

Las guarderías públicas, colapsadas

Según el titular de Educación, esta alternativa estará abierta a todos los ayuntamientos que lo pidan con tal de dar respuesta a las familias que se han quedado sin plaza este curso a raíz del anuncio de la gratuidad para el infantil dos. Ese privilegio llevó a muchos padres a querer llevar a sus hijos a guarderías, viéndose colapsadas. En el caso de L'Hospitalet de Llobregat, por ejemplo, unos 45 niños se han quedado fuera por cada guardería pública, según datos aportados por Baqués. 

Desde el consistorio de la cocapital vallesana defienden que su implementación dependerá de la llegada de los fondos Next Generation y que, en caso de llevarse a cabo, deberá adaptarse la entrada para que los niños de dos años tengan un acceso propio y diferenciado del resto de estudiantes. Pero ni eso sería suficiente, dicen desde Asllars, que lamentan que el conseller demuestra "un gran desconocimiento" al respecto. 

Las privadas, en números rojos

En declaraciones a Crónica Global, Baqués recuerda que los niños forman parte de un ciclo de 0 a 3 años que "no se puede romper", pues necesitan "espacios condicionados y pensados para ellos", normalmente lugares cercanos a su casa, pequeños y con profesionales que les dediquen exclusividad. Por eso, critica la propuesta de Terrassa y pide aplicar la lógica: "¿Dónde tendrá el niño una mejor experiencia? ¿En un espacio pequeño y adaptado, o en un colegio grande donde solo hay adaptada la entrada y lo único que escuchan son gritos de alumnos mayores?", advierte. 

Niños en el último curso escolar de una guardería de Barcelona / EP

En este sentido, cree que "no es suficiente que haya una entrada independiente", sino que se debe ir más allá para cubrir toda la demanda en el ciclo de infantil. Para él, la mejor solución es que las guarderías privadas sean gratuitas, teniendo en cuenta que "tienen plazas libres" y que las familias deben tener derecho a "elegir el modelo que más les guste". A raíz de la propuesta del Vallès, Assllars se han puesto en marcha y han lanzado una encuesta a todos sus asociados para conocer su opinión al respecto. 

Aunque la opción que hay encima de la mesa tiene todos los números de salir adelante, desde la patronal expresan su "decepción" y aseguran que "lucharán" para que se frene. También porque su implementación supondrá un riesgo para las guarderías privadas que, hoy por hoy, ya están en números rojos y que se pueden sostener gracias a que en infantil dos hay más alumnos. "Una guardería sin un segundo curso de infantil potente no podrá existir", lamenta, y recuerda al Gobierno de ERC que, si eso ocurre, "los niños volverán a estar en manos de sus madres" y perjudicando la conciliación. 

"Ritmo frenético" para niños de dos años

Desde la Associació de Mestres de Rosa Sensat compran la propuesta, siempre y cuando se cubran las necesidades de los más pequeños. Es decir, que tengan sus espacios para dormir, un mobiliario adecuado y monitores adecuados. Les preocupa que la idea se quede en un titular y que se acabe impulsando sin tener en cuenta a los menores y por "voluntades políticas o económicas". "Antes de hacer cualquier movimiento se tiene que hablar", explica Eva Sargatal, que recuerda lo que ocurrió cuando el conseller anunció la gratuidad: "La noticia era buena, pero no se pensó en la aplicabilidad y muchos centros se vieron desbordados".

Dos niños en una guardería / EUROPA PRESS

Las fuentes consultadas por este medio esperan que Cambray no improvise "como viene siendo habitual" y estudie las consecuencias de que un niño de dos años ocupe un colegio de primaria, cuando todavía no está preparado para enfrentarse a un ritmo frenético y a estar en espacios grandes. "¿Qué le estamos pidiendo a un niño?", se pregunta Sargatal.

La medida es, hoy por hoy, solamente un anuncio. Pero las principales patronales plantarán cara a la Consejería de Educación porque "están jugando" con niños en el momento más frágil de su infancia.