El líder de ERC, Oriol Junqueras, insiste en que la reforma del delito de malversación no lleva su nombre. "No me favorecerá, favorecerá a la justicia y a la sociedad", ha expresado en una entrevista en Cafè d'idees de Ràdio 4 y La 2. Sin embargo, cabe recordar que el pacto alcanzado el lunes entre el PSOE y ERC establece bajar a, como máximo, cuatro años de cárcel y seis de inhabilitación el delito de malversación cuando no haya ánimo de lucro.
Con esta modificación, Junqueras podría ir a las elecciones autonómicas de 2025, pero no se conforma: pues considera que las reformas de la sedición y la malversación que ha llevado a cabo el Gobierno de España son sólo un "paso" para la desjudicialización.
"Dispuestos a ir a la cárcel"
De nuevo, el líder republicano ha cargado duramente contra el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quien considera que no está tomando "decisiones arriesgadas" para devolver la convivencia en Cataluña, tal y como aseguró en un acto el pasado domingo en Barcelona. "Los que asumimos riesgos somos los que defendemos la democracia y que, por ello, estamos dispuestos a ir a la cárcel", ha replicado.
Aunque ha celebrado que Sánchez haya dado "algunos pasos", no cree que haya puesto todo de su parte. Ni siquiera con los indultos, que ha tildado como un "acto de justicia y no de generosidad".
Lo volvería a hacer
Por otro lado, Junqueras ha defendido llevar a cabo un referéndum, aunque éste sea unilateral. Así pues, lo volvería a hacer: "ERC defiende todas las vías democráticas que permitan que la ciudadanía vote, incluso si ello comporta que nos lleven a la cárcel", ha agregado.
En cuanto a los presupuestos de la Generalitat para 2023, el líder de ERC ha criticado a los socialistas catalanes por avanzar hacia la dirección adecuada "muy lentamente". "Siempre he dicho que el PSC tenía que hacer un largo camino hacia la justicia para rectificar aquellas decisiones que tomó en contra de la democracia". No obstante, los republicanos siguen mostrándose dispuestos a aprobar las cuentas con el apoyo de la formación de Salvador Illa, cuyas negociaciones avanzan a trompicones.