El juicio contra seis miembros de Arran por el ataque a la sede del PP, emplazada en el número 249 de Comte d’Urgell, del 27 de marzo de 2017 ha arrancado en el juzgado de lo penal 17 de Barcelona. Los acusados son Mar Ampurdanès, Cèlia Appel, Josep Muñoz Busquets, Marc Prats, Patricia Ester Botarga y Guillem Salvador. Después de que la formación conservadora se retirara como acusación particular y el juicio se pospusiera hasta en cinco ocasiones, la fiscalía ha continuado actuando contra ellos, a quienes solicita un total de 36.000 euros por un delito de desórdenes públicos.
En la primera sesión se ha reproducido el vídeo captado por las cámaras de seguridad del vestíbulo de la sede de la capital catalana del PP. Las imágenes constatan que varios jóvenes accedieron al interior del inmueble y ocuparon el pequeño hall que separa la puerta principal de una segunda de seguridad, que no pudieron traspasar porque, tal y como ha explicado un testigo (el que era delegado de seguridad del PP Cataluña), “estaba blindada y solo se abría con una tarjeta”.
Media hora en el 'hall'
Las imágenes confirman que los jóvenes accedieron a este pequeño espacio y se mantuvieron en el interior durante aproximadamente media hora. En ese espacio de tiempo se vivieron varios momentos de tensión, puesto que se encararon con el agente de seguridad, que trató de echarlos sin éxito, y pegaron pegatinas tanto en el interior como en el exterior de la sede. Las imágenes recogen forcejeos y empujones entre el responsable de seguridad y los manifestantes.
“Estábamos como sardinas en lata”, ha expresado este trabajador, que ha declarado que los jóvenes intentaron acceder al interior del edificio. “No pasaron porque está bunkerizado, pero fue un acto premeditado”, ha expresado ante el juez. Según su testimonio, los llamados cachorros de la CUP permanecieron en el hall impidiendo la entrada y salida de cualquier persona del edificio. “Estaba lleno de gente. Solo salió un escolta de presidencia que intentó identificar a alguna persona sin llegar a conseguirlo”, ha expresado.
El falso testimonio de Fernández
Las imágenes desmienten la versión de David Fernández, exdiputado por la CUP en el Parlament, que ha declarado en calidad de testigo, hecho que le obliga a decir la verdad. El excupaire ha recordado que acudió a la protesta con la fugada Anna Gabriel a petición de Arran, “por si había algún incidente y se necesitaba mediación”. Pero no fue necesaria porque, según su versión, la protesta no escaló en ningún momento. "La concentración fue pacífica” y los jóvenes “nunca entraron a la sede del partido”, sino que se quedaron delante de la puerta.
Según Fernández, ahora miembro de la junta de Òmnium Cultural, “no había nadie en el vestíbulo”. Preguntado si recordaba con claridad estos hechos, ha respondido de forma taxativa ante el juez que “podía ver el interior a través del vidrio” y nadie accedió “porque la voluntad no era irrumpir en la sede del PP y su ocupación todavía menos”. Por estos hechos, el fiscal ha solicitado la deducción del testimonio de David Fernández por considerar que ha mentido en su declaración y que podría ser constitutivo de un delito de falso testimonio.
Niegan el bloqueo
Por su parte, los seis acusados han manifestado que, si bien participaron en la protesta, se quedaron frente a la sede ofreciendo una rueda de prensa. Han defendido que convocaron a los medios en un acto performático “para exigir la celebración de un referéndum de autodeterminación de Cataluña porque considerábamos que el PP vulneraba este derecho”.
Sin embargo, han negado que bloquearan la entrada y salida a la sede mediante la ocupación del hall. Sí han reconocido que se colocaron pegatinas y cajas de cartón “en forma de urnas”, pero han rechazado que estos elementos impidieran el acceso al inmueble. Han alegado también que en lugar de los hechos había Mossos d’Esquadra y que ni siquiera se les pidió la identificación y que abandonaron el lugar de forma voluntaria.
"Queda acreditado que participaron"
Pocos días después, los jóvenes que se han sentado en el banqullo de los acusados fueron detenidos por la policía catalana. Les identificaron gracias a las imágenes de seguridad que este miércoles se han visualizado en el juicio y a través de los post que Arran exhibió en sus redes sociales.
El Ministerio Público ha considerado acreditado que “todos los acusados participaron en el acto y que estuvieron dentro del vestíbulo”. Ha mantenido que “hubo un tumulto en el interior y que las imágenes muestran empujones y forcejeos”. Esta situación pudo derivar, según el fiscal, en que las personas afectadas se sintieran intimidadas. “No entra nadie más que un delegado de seguridad y el escolta de presidencia durante 17 minutos, salvo los propios manifestantes”.
Solicitan su absolución
Por su parte, las defensas han sostenido que la protesta estuvo enmarcada “en el derecho de los acusados a la manifestación, reunión, expresión y protesta”. Ha tildado la petición de multa de la fiscalía es "desproporcionada".
Han sugerido que el partido renovó los vinilos de la sede poniendo como excusa los daños causados por las pegatinas. "Se cambiaron tres, aunque el daño fue en uno", ha expresado una de las abogadas. Además, han remarcado que el propio partido se ha apartado de la causa, por lo que piden la absolución de los seis independentistas.