La negociación entre el Govern y el Gobierno de España para reformar el delito de sedición no se parará pese al bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Así lo ha dicho la portavoz del Ejecutivo autonómico, Patrícia Plaja, que ha avisado al PP de que, aunque se levante de la mesa para renovar el órgano judicial, las conversaciones no cesarán.
Estas declaraciones llegan días después de que los populares condicionasen la renovación del Poder Judicial a que el Gobierno ponga por escrito que no reformará el código penal para contentar a los partidos independentistas, especialmente a ERC.
Críticas al PP
Así pues, en una rueda de prensa tras el consell executiu Plaja ha asegurado que las amenazas del partido de Alberto Núñez Feijóo no influirán en las conversaciones entre el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para rebajar a la mitad las penas del delito de sedición. "No tendrá ningún efecto para la negociación que ahora hay en marcha entre ambos gobiernos", ha manifestado.
La intención es reducir el castigo para homologarlo a la media europea. En España, este delito tiene una pena máxima de 15 años para las “personas constituidas de autoridad”. En cambio, en Europa, la media ronda los seis años.
Puigdemont se suma al debate
La portavoz republicana ha cargado contra el PP, que a su parecer está utilizando el CGPJ "como un instrumento a su servicio y para sus propios intereses". "Politizan la justicia para ponerla a su servicio, sólo se mueven por beneficio propio y no tienen vergüenza en saltarse sus propias normas cada vez que les conviene", ha expresado.
La reforma del delito de sedición ha hecho saltar por los aires la negociación en el reparto de magistrados en la cúpula judicial, que sólo se negociará si el PSOE rompe las conversaciones con ERC. Y en medio del debate, el expresidente de la Generalitat huido en Bélgica, Carles Puigdemont, ha añadido más leña al fuego asegurando que varios dirigentes socialistas le ofrecieron "un buen trato" vía reforma del código penal y un indulto.
Pero no se contenta con eso, pues ya ha dejado claro que su partido (JxCat) no quiere acuerdos con el Gobierno. Por su parte, Plaja se ha desvinculado de estos supuestos contactos y se ha ceñido a "respetar" la opinión del expresident.