Junts sólo negociará los presupuestos de la Generalitat para 2023 si, antes, el president Pere Aragonès se somete a una cuestión de confianza en el Parlament. Así se lo ha hecho saber el líder del grupo parlamentario Albert Batet al presidente, el mismo día en que han tomado posesión los nuevos consellers de ERC tras la salida de los posconvergentes del Govern.
Así pues, Batet ya ha respondido a la petición de Aragonès, que ha reclamado a sus exsocios que den el visto bueno a las cuentas por "responsabilidad". Y, sobre todo, teniendo en cuenta que el proyecto ha sido redactado por uno de sus consejeros, Jaume Giró.
Aragonès "no tiene la confianza"
La semana pasada, las bases de Junts decidieron con el 55% de los votos romper la coalición con ERC y pasar a la oposición. Tras este movimiento, sus dirigentes han endurecido el tono hacia el president. "Es una irresponsabilidad gobernar con el gobierno más débil de la historia de Cataluña", ha indicado Batet en una rueda de prensa, en la que ha recordado que el nuevo Ejecutivo de Aragonès "no tiene la confianza" de la Cámara catalana.
Asimismo, el dirigente de JxCat ha recordado que el color del gobierno ha cambiado, por lo que no se puede negociar los presupuestos “como si nada”. “No se puede comenzar la casa por el tejado”, ha espetado, condicionando la aprobación de los presupuestos a que Aragonès se someta a una cuestión de confianza.
El 'president' desafía a Junts
Este cruce de reproches ocurre el mismo día en que Aragonès ha estrenado su nuevo gobierno monocolor. Un Ejecutivo autonómico que debe afrontar uno de los mayores retos de la legislatura: la presentación de unos nuevos presupuestos para 2023. En este sentido, ha desafiado a los que, hasta hace cuatro días, eran sus socios: "No se entendería que Junts se descartase de un acuerdo de presupuestos".
De hecho, el president ha recordado que el exconsejero de Economía fue quien redactó el proyecto que ahora deberá retomar su sustituta Natàlia Mas. "Sería una irresponsabilidad no dar apoyo a unos presupuestos que la semana pasada eran buenos", ha avisado. Y ha insistido en mantener el veto al PSC para negociar los números, optando por los partidos que le dieron apoyo a su investidura o a los últimos presupuestos. Eso es, JxCat, CUP y comunes.