Jaume Giró sale del Govern. Jordi Sànchez lo hizo de la secretaría general de Junts per Catalunya (JxCat) antes del verano, en víspera de la enésima catarsis del partido. Ambos se habían convertido en los principales cómplices de Pere Aragonès en su lucha contra los duros de Junts, los que hicieron campaña a favor de salir del Govern y romper con ERC. Los que nunca soportaron que los republicanos, por primera vez en cuatro décadas, cogieran las riendas de la presidencia de la Generalitat. Los que, azuzados por Laura Borràs y Carles Puigdemont, están dispuestos a ejercer una oposición durísima al presidente catalán, ahora que los neoconvergentes abandonarán la Generalitat. A pesar de la neutralidad exigida, Giró y Sànchez habían expresado su postura contraria a salir del Ejecutivo catalán. Ambos son los perdedores de una consulta que fractura a su formación.
Las peleas entre Artadi y Sànchez
Durante las negociaciones para la investidura de Pere Aragonès, Jordi Sànchez se convirtió en el enemigo público número uno del sector radical de JxCat, que a diferencia del expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) pretendía boicotear el mandato no-nato de ERC. El enfrentamiento entre Elsa Artadi y Sànchez estuvo a punto de reventar las conversaciones en diversas ocasiones.
Artadi, el enlace de Puigdemont en esos contactos posteriores a las elecciones del 14F, rechazaba las concesiones que, a su juicio, estaba realizando Sànchez, que entonces ostentaba la secretaría general de Junts. Un cargo que, en contra de sus críticos, ejerció sin apenas oposición en las reuniones de los consejos nacionales de Junts. Pero el condenado por el referéndum del 1-O decidió dar un paso al lado ante el nuevo cónclave celebrado por los neoconvergentes, donde se optó por una bicefalia formada por Borràs y Jordi Turull. De nuevo, las dos almas convergentes, unidas por la supervivencia.
"Los presupuestos de Giró"
Por su parte, Jaume Giró fue la apuesta de la old CDC en sustitución de Artadi, que estaba llamada a ser la vicepresidenta económica del Govern. Ella renunció a favor de una candidatura a la alcaldía de Barcelona de la que también se apeó por cuestiones personales. Giró ha sido consejero de Economía, pero la vicepresidencia se reservó a Jordi Puigneró, destituido tras la cuestión de confianza pedida a Aragonès. Las relaciones entre el president y Giró han sido excelentes y, de hecho, la idea del republicano era elevarle a vicepresidente económico. El consejero se hizo militante de Junts, con la idea, aseguran, de prepararse para ser candidato a la presidencia de la Generalitat. El periodista y empresario nunca se ha postulado para ello, pero era la apuesta de un sector moderado de Junts que ayer perdió en la consulta a la militancia.
Giró se va con los presupuestos de la Generalitat de 2023 encarrilados, algo que Aragonès piensa aprovechar a modo de órdago a Junts, ya en la oposición.