El independentismo mantiene abierta su crisis en vísperas del quinto aniversario del 1 de octubre. El president Pere Aragonès ha rechazado la propuesta presentada por su socio de Govern, Junts per Catalunya, que fijaba la restitución del exvicepresidente Jordi Puigneró como condición para recuperar la confianza con ERC.
En una entrevista que publicará mañana La Vanguardia, el presidente de la Generalitat ve “evidente” que la propuesta de JxCat “está pensada para no llegar a ningún acuerdo”. “Por tanto, si tienen una propuesta seria, con voluntad de acordar, como he dicho siempre, la valoraremos”, responde el republicano.
JxCat se aferra a Puigneró
Hace unas horas, JxCat ha movido ficha para tratar de salvar la crisis del Govern. La propuesta presentada esta tarde por los posconvergentes, ya rechazada por Aragonès, incluía la restitución de Puigneró como vicepresidente del Ejecutivo, lo que implicaría una marcha atrás del president, que asegura que ya no confía en su ex número dos después de que le ocultara la intención de su partido de impulsar una moción de confianza que, por otro lado, solo puede proponer el propio jefe de la Generalitat.
Junts explicó el jueves tras la Ejecutiva de la formación que trasladaría a Aragonès una propuesta con las concreciones y garantías que pide el partido sobre el cumplimiento del acuerdo de Govern. El documento ha llegado al Palau de la Generalitat prácticamente 24 horas después de que la Ejecutiva de la formación optara por dar margen hasta el domingo para negociar estas condiciones con ERC antes de dejar en manos de la militancia la decisión sobre si deben salir del Govern en una consulta que celebrarán el 6 y 7 de octubre.
Recuperar la confianza
Según fuentes conocedoras de las negociaciones, para Junts la petición de restituir a Puigneró busca ser una muestra de "confianza" entre los socios de la coalición, pero el documento también gira alrededor de los tres puntos que Junts considera que se están incumpliendo del acuerdo de investidura: crear una dirección estratégica independentista; que la mesa de diálogo se centre exclusivamente en la autodeterminación y la amnistía, y coordinar la acción de ERC y Junts en el Congreso.
Así, la propuesta incluye concreciones, un calendario y una "metodología" para que estas tres demandas se cumplan. En cuanto a la nueva dirección, estratégica, estaría inspirada en el Estado Mayor que organizó en la sombra el 1-O y los posconvergentes proponen que celebre su primera reunión de trabajo la semana que viene.