El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no se conforma con la mesa de diálogo. Por eso, ha dado un ultimátum al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien ha exigido un "acuerdo de claridad" para sentar las bases de un referéndum pactado. Un mecanismo que, según ha explicado, es similar al que se aprobó en Canadá. 

Durante su discurso en el debate de política general, el president ha planteado identificar "cuándo y cómo Cataluña puede volver a ejercer el derecho a decidir".

Dos fases

Aragonès ha hecho este anuncio durante sus declaraciones en el hemiciclo, en el marco del pleno más importante de la legislatura. En ellas, ha planteado la propuesta que contempla en dos fases: una primera inmediata para recoger el máximo de consenso por parte de partidos, entidades y otros actores; y una segunda para llevarla a la negociación con el Ejecutivo. 

En este sentido, considera que la iniciativa es "inclusiva" para que toda la ciudadanía se sienta implicada. "Una propuesta inclusiva porque va dirigida a todos los demócratas, sean independentistas o no lo sean. Y una propuesta explicable y homologable a nivel internacional porque otros países han partido de propuestas similares y porque sin ningún tipo de duda, nos abre puertas que hasta el momento se han mantenido cerradas", ha añadido.

"Amnistía y represión"

 

El presidente se ha referido a la mesa de diálogo como un instrumento para la "resolución del conflicto político con el Estado", lograr la "amnistía" y el fin "de la represión". "Hoy ésta se manifiesta en forma de exilio, de causas judiciales y de inhabilitaciones". Asimismo, se ha congratulado de que el Gobierno haya dado algún paso en este sentido --como los indultos a los presos del 1-O--, pero apuesta por continuar impulsando reformas legislativas antes de acabar 2022. 

"Debe significar un primer paso para conseguir los efectos de una amnistía. Sabemos que no será sencillo. Solo hace falta ver la oposición frontal del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Pero es una vía que hay que explorar para que nadie más entre en la cárcel", ha agregado.

Saca pecho del CEO

Para defender su propuesta, el president ha citado una encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), que concluye que un 82% de los catalanes está de acuerdo con un referéndum. Y se ha referido a los votantes de los comunes y PSC: "Esta mayoría social existe y no se puede ignorar. Por eso todos nos tenemos que implicar y tener la habilidad de aglutinarla alrededor de un gran consenso, de un gran acuerdo de país sobre cuándo y cómo Cataluña volverá a votar".

Algunos miembros de Junts en el Parlament / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

Con esta idea, Aragonès da un ultimátum al presidente Sánchez: "Un acuerdo marco que ofrezca garantías democráticas a todo el mundo, que unifique criterios y establezca las bases y las condiciones para poder hacer el referéndum efectivo donde todo el mundo se sienta incluido y donde todo el mundo acepte el resultado".

Este ofrecimiento al Gobierno llega en medio de las críticas de Junts a los republicanos por la mesa de diálogo y de los rumores de ruptura del Ejecutivo autonómico. De hecho, hay quienes consideran que las palabras que ha pronunciado Aragonès han ido dirigidas a agradar a sus socios. Pero no ha dado su fruto: al finalizar su discurso, el president no ha sido aplaudido por todos los consejeros y diputados neoconvergentes. Lo que vaticina que, hoy por hoy, la crisis entre ERC y Junts no está resuelta.