Oriol Junqueras, en un acto organizado por ERC en la Diada / ERC

Oriol Junqueras, en un acto organizado por ERC en la Diada / ERC

Política

Junqueras recibe vigilancia especial por la presión del independentismo radical

El clima de crispación entre familias secesionistas obligó a habilitar un sistema de "contravigilancia, no invasiva", habitual en los cuerpos policiales cuando hay situaciones de riesgo

22 septiembre, 2022 00:00

Los abucheos y los insultos que Oriol Junqueras, así como otros dirigentes de ERC, recibió en los actos de la Diada venían precedidos de jornadas de tensión entre las diferentes familias independentistas, y de un aumento de la agresividad en las redes sociales hacia los republicanos. De ahí que, según han informado a Crónica Global fuentes del entorno del exvicepresidente catalán, los Mossos d’Esquadra dedicaran una vigilancia especial para evitar daños mayores.

Queman fotos de Aragonès y Sánchez en la manifestación de la izquierda 'indepe' / EP

Queman fotos de Aragonès y Sánchez en la manifestación de la izquierda 'indepe' / EP

Fuentes de la policía autonómica han rehusado “desmentir o confirmar” por motivos de seguridad que se haya producido un aumento de la vigilancia en torno al exvicepresidente de la Generalitat, condenado por el referéndum del 1 de octubre de 2017. No obstante, explican que es labor de todos los cuerpos policiales “analizar situaciones de riesgo”, pues “no es lo mismo la cobertura de un acto institucional que actos más masivos”. Las mismas fuentes aseguran que no se han recibido denuncias por amenazas hacia Junqueras. Un extremo que también confirman desde ERC, que niega ningún cambio en la vigilancia habitual.

Por el contrario, según ha podido saber este medio, se ha habilitado un sistema conocido en el argot policial como “contravigilancia”, consistente en seguimientos a distancia de forma no invasiva.

Momento crítico en el Fossar

El momento más crítico de esas hostilidades se produjo en vísperas del 11 de septiembre, en el Fossar de les Moreres, uno de los santuarios del independentismo. Dirigentes de ERC como Marta VilaltaJordi CoronasMarta Rosique fueron recibidos al grito de “traidores” y “españoles”, mientras los radicales intentaban boicotear los discursos con sus gritos.

En este clima de enfrentamiento acudió Junqueras a la tradicional ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova que se celebra en la Diada, donde la furia del secesionismo más rupturista --el que exige una nueva declaración unilateral de independencia y rechaza el diálogo del presidente Pere Aragonès con el Gobierno español-- se centró en el presidente de ERC. El perímetro de seguridad que desde hace años se establece en torno a este monumento evita el contacto directo entre el público y las comitivas políticas y sociales, pero los insultos fueron perfectamente audibles. La situación demostró hasta qué punto se requería un plus de protección en el caso de Junqueras.

Por su parte, Aragonès no acudió a la manifestación organizada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), al término de la cual unos encapuchados quemaron una gran foto de Pedro Sánchez y el presidente catalán. "De la misma manera que no nos han conseguido callar las cárceles, tampoco conseguirán callarnos ni los insultos ni las amenazas de nadie", exclamó el líder republicano.

Seguimientos no invasivos

Fuentes policiales explican a este medio que “es habitual revisar periódicamente la protección que se hace y modularla al alza o a la baja cuando se dejan de percibir riesgos”. Más que incrementar el número de escoltas, lo que suelen realizar los Mossos, así como otros cuerpos policiales, es lo que se denomina “contravigilancia”, un seguimiento a distancia, no invasivo.

Durante los momentos álgidos del procés, varios dirigentes políticos fueron sometidos a esta contravigilancia debido al ambiente de crispación social vivido.