Junts per Catalunya (JxCat) ha pasado de lanzar ultimatums a ERC a defender su acuerdo de gobierno. Y eso no ha gustado nada a la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que se ha quedado sola en su propuesta de declarar la independencia en el segundo semestre de 2023. La ruptura entre los socios del Govern se ha quedado, de nuevo, en una simple amenaza.
Las direcciones de los neoconvergentes y la ANC se han reunido hoy para analizar la situación política después de la Diada. Lo hicieron un día después de la cumbre mantenida por los socios del Govern, que de nuevo escenificaron tensiones más propias de la precampaña de las elecciones municipales que de su un deseo real de cisma. Por parte de Junts asistieron la presidenta Laura Borràs, el secretario general Jordi Turull, y el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet.
Dirección estratégica
Según ha explicado Junts en un comunicado, el partido ha felicitado a la Assemblea por el éxito de la movilización de la Diada y ha trasladado a la entidad que es necesario "formalizar una dirección estratégica que agrupe a partidos y entidades independentistas para definir un horizonte compartido". Ambas entidades han coincidido en la necesidad de potenciar la movilización.
Pero a partir de ahí, se constataron las diferencias. Junts considera que el acuerdo de legislatura "es compatible con marcar un horizonte en el tiempo para alcanzar la independencia, en coherencia con el discurso del presidente de la Generalitat Pere Aragonès durante el debate de investidura, cuando aseguró que se presentaba para 'culminar la independencia´". Unas palabras que no han gustado a la entidad presidida por Dolors Feliu, quien ha lamentado que JxCat no defienda su propuesta de declarar la independendencia en el segundo semestre de 2023, coincidiendo con la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea de España, y ha concretado que los de Laura Borràs están "centrados en sacar adelante el plan de legislatura".