El independentismo celebra la Diada más dividido que nunca. Desde que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, anunció su plantón a la manifestación de la ANC que tendrá lugar este domingo por la tarde, los reproches han sido constantes entre los socios de gobierno. Es más, la tensión entre ERC y Junts per Catalunya ya se ha evidenciado nada más arrancar la jornada con gritos de "traidores" o "fuera".
Durante la tradicional ofrenda al monumento de Rafael de Casanova, los partidos independentistas se han dejado ver por separado y sin la unión que se palpaba otros años. Tanto que, desde ERC, han pedido a los neoconvergentes "no confundirse de adversario" tras ser recibidos con más silbidos que el resto de formaciones nacionalistas.
Aragonès apuesta por un referéndum
En declaraciones ante los medios, Aragonès ha insistido en la celebración de un referéndum de autodeterminación. Para lograrlo, ha llamado a "acumular fuerza" en esta Diada para avanzar en la resolución del conflicto. "Hoy es un día de reivindicación, de mostrarnos orgullosos de la nación que somos, una nación diversa y plural pero determinada en decidir en absoluta libertad su futuro", ha manifestado.
También la portavoz republicana Marta Vilalta ha asegurado que la transversalidad y la pluralidad son "una de las grandes fortalezas" del independentismo y ha apostado por construir consensos y no renunciar a ningún espacio para defenderlos.
Pero también ha lanzado un mensaje a sus socios de Junts, que han cargado duramente contra ERC por rechazar su participación en la manifestación de la ANC y su apuesta por la mesa de diálogo: "El adversario lo tenemos delante, es el Estado español", ha advertido.
Desunión en la manifestación de la ANC
Desde las filas neoconvergentes, la presidenta Laura Borràs ha llamado a la movilización: "Solo nos ganaremos la libertad si somos capaces de defenderla". Asimismo, ha emplazado a los catalanes a mantener la esperanza para "convertir Cataluña en una nación libre de Europa, con todos sus derechos y deberes pero con la libertad completa y plena".
Con todo, el movimiento independentista celebra este domingo la fiesta de Cataluña con más división que en los últimos años. Algo que se exhibirá especialmente en la manifestación de la ANC, marcada por la ausencia del president y del resto de consejeros de ERC que sí apoyarán el acto de Òmnium.
Un 11 de septiembre que dará también el pistoletazo de salida para la conmemoración del quinto aniversario del 1-O de 2017, en el que se visibilizará la desunión de los partidos e incrementará la incertidumbre sobre el futuro del Govern.