Ocurrió en los días previos a la aprobación de la nueva ley sobre usos lingüísticos en la escuela, la que reconoce el castellano como lengua de aprendizaje. Un activista de Plataforma per la Llengua rompió a llorar en un encuentro con diputados. “Nos han traicionado”, sollozaba ante la mirada atónita de los asistentes.
Lejos de ser una anécdota, la llamada ONG del catalán considera que ERC y Junts per Catalunya (JxCat) han convertido en legislación las directrices de los tribunales, en lugar de desobedecer las sentencias que obligan a aumentar la presencia del castellano en los colegios. Y, a modo de consuelo --o de venganza, según se mire--, esta entidad se dedicará a fomentar el valenciano gracias a las subvenciones que acaba de hacer públicas la Generalitat valenciana.
Las partidas no son tan generosas como las que, año tras año, ha otorgado el Gobierno catalán a Plataforma per la Llengua (PPL) --casi 3,1 millones de euros desde 2017, según el registro de subvenciones del Govern--, conocida por dedicarse a la delación de trabajadores y empresas que no utilizan en catalán, y a espiar el idioma que usan los alumnos cuando juegan en el patio de su colegio. Pero corren malos tiempos para una asociación a la que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha vetado como parte interesada en la causa sobre el 25% de castellano.
La Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Comunidad Valenciana acaba de hacer pública la resolución de la convocatoria de subvenciones destinadas a instituciones, entidades y asociaciones sin finalidad lucrativa, así como personas jurídicas públicas y privadas que realizan proyectos singulares de fomento del valenciano y del multilingüismo en el ámbito social. La Generalitat ha otorgado a Plataforma dos subvenciones para impulsar dos proyectos singulares: Parauletes, por valor de 21.443 euros, y Xetxènia, portal web transmèdia de nous creadors valencians, por 15.000 euros.
Delegación en la Comunidad Valenciana
En 2002 se creó Plataforma per la Llengua País Valencià, con sede central en Valencia y delegaciones en comarcas como l’Horta, la Plana o la Ribera. Entre sus campañas destacan El valencià al cinema, que reivindica la normalidad de este idioma en las películas, o Ensenyants pel valencià, que impulsa el valenciano en todo el sistema educativo. En este sentido, PPL ha participado con 16 aportaciones en la fase de Consulta Pública del Decreto que reglamentará los requisitos lingüísticos de los funcionarios. Proponen que los cuerpos de funcionarios vinculados a titulaciones universitarias acrediten un nivel C1 de valenciano, como ocurre en Galicia con el gallego. La entidad recuerda que "no solo es necesario garantizar los derechos lingüísticos, sino también hacer del valenciano la lengua de la administración".
Muy combativa a favor del monolingüismo, PPL considera que las formaciones independentistas han traicionado a la escuela en catalán. De hecho, es una de las asociaciones que rechazaron la primera reforma de la ley de política lingüística planteada por ERC, JxCat, En Comú Podem y PSC. Finalmente, estas formaciones pactaron una ley nueva que mantiene en catalán como vehicular, mientras que se reconoce castellano como lengua de aprendizaje. De hecho, esta entidad era partidaria --y así se lo comunicó a la Consejería de Educación-- de una cuota del 25%, pues así se garantizaba un amplio porcentaje de catalán. De ahí los lloros del citado activista.